Esferas metálicas no identificadas y las mutilaciones de ganado: Ross Coulthart desvela los misterios que la ciencia oficial ignora
En una sesión de preguntas y respuestas, el periodista investigador aborda desde las esferas metálicas no identificadas y las mutilaciones de ganado hasta las teorías más especulativas sobre una inteligencia no humana y su posible conexión con nuestro Sol.
En un mundo donde el fenómeno de los Objetos Anómalos No Identificados (UAP, por sus siglas en inglés) transita de los márgenes de la ciencia ficción a los corredores del Congreso y las publicaciones científicas revisadas por pares, la necesidad de un periodismo riguroso y valiente es más crucial que nunca. Ross Coulthart, anfitrión del programa “Reality Check Q&A”, se ha erigido como una de las voces más persistentes en esta búsqueda de la verdad. En una reciente sesión de preguntas con su colega Megan Order, Coulthart desgranó algunas de las cuestiones más espinosas del fenómeno, ofreciendo un análisis que combina el escepticismo saludable con una mente abierta a lo extraordinario.
La Rigorosa Prudencia del Investigador
Coulthart inició la sesión subrayando la estricta ética periodística que guía su trabajo. “Los periodistas abandonamos investigaciones constantemente, en gran parte porque no podemos corroborarlas”, afirmó. Puso como ejemplo las frecuentes comunicaciones de individuos que aseguran mantener un contacto psíquico con inteligencias no humanas. A pesar del respeto que profesa hacia estas personas, Coulthart se mostró firme: la imposibilidad de verificar sus afirmaciones contradictorias, a menudo centradas en profecías de catástrofes inminentes, le impide darles credibilidad. Esta postura, según explicó, es un baluarte contra la desinformación y un esfuerzo por mantener la objetividad en un campo propenso a la especulación.
Esferas Metálicas y la Ciencia del Siglo XXI
Uno de los temas más fascinantes abordados fue el de las esferas metálicas, un fenómeno reportado globalmente. Coulthart las describió como objetos sin medios visibles de propulsión, que se desplazan de forma silenciosa y a gran velocidad, aparentemente bajo control inteligente. Vinculó estos avistamientos con los revolucionarios hallazgos de la Dra. Beatric Diller, quien mediante estudios revisados por pares ha detectado lo que parecen ser estructuras artificiales y altamente reflectantes en la órbita geoestacionaria terrestre.
El periodista cuestionó por qué agencias espaciales como la NASA o telescopios como el James Webb no dirigen sus instrumentos hacia estos objetos para resolver el misterio. “¿Ya conocen la respuesta?”, se preguntó, insinuando que el silencio podría ser más elocuente que cualquier declaración.
Mutilaciones: ¿Performance Art de una Inteligencia No Humana?
Al abordar el espinoso tema de las mutilaciones de ganado, Coulthart descartó la idea simplista de que se trate de una fuente de alimento para seres extraterrestres. “A menudo se extraen áreas del rostro, la piel o órganos internos que no son precisamente los cortes más selectos”, precisó. Tras mencionar investigaciones propias en Australia con caballos y canguros, lanzó una teoría provocadora: lo que presenciamos podría ser una forma de “arte performático”. Según esta idea, una inteligencia no humana utilizaría estos actos impactantes y aparentemente ilógicos como un medio para “despertarnos”, para fomentar en la humanidad la conciencia de que existe algo más, algo completamente anómalo y más allá de nuestra comprensión actual.
SETI, Comunicación Cuántica y la Teoría del Sol como Portal
Coulthart fue especialmente crítico con los programas de Búsqueda de Inteligencia Extraterrestre (SETI), a los que calificó de potencialmente obsoletos. Argumentó que una civilización avanzada probablemente no utilizaría ondas de radio para comunicarse, dada su lentitud. En su lugar, se mostró partidario de la teoría expuesta en un artículo científico que sugiere el uso de comunicaciones cuánticas mediante fotones entrelazados, una tecnología que haría las señales indetectables para nuestros sistemas actuales.
Esta idea se entrelazó con su análisis de las revelaciones de Dan Sherman, un supuesto veterano de la Fuerza Aérea que afirma haber participado en un programa secreto de comunicación telepática con inteligencias no humanas. Coulthart encontró “altamente creíble” el relato de Sherman, en el que estas entidades expresaban una reverencia profunda hacia el Sol, al que no consideraban simplemente una estrella, sino un “nexo” o portal interestelar. Coulthart especuló que estas ideas, aunque pertenecen al reino de lo no verificado, convergen con conceptos de la física teórica, como los puentes de Einstein-Rosen o las esferas de Dyson, y podrían explicar avistamientos de enormes objetos near solares.
La exposición de Ross Coulthart pinta un panorama complejo: un fenómeno UAP multifacético que se resiste a una explicación simple. Por un lado, aboga por una investigación científica comunitaria y rigurosa que rompa el “nuez” de la opacidad gubernamental. Por otro, no rehúye las teorías más especulativas, siempre que sirvan para expandir el debate. Su trabajo demuestra que, en la frontera de lo desconocido, el escepticismo y la audacia no son enemigos, sino dos caras de la misma moneda: la búsqueda incansable de una verdad que, parece, es mucho más extraña de lo que jamás pudimos imaginar.
