Espeluznantes ruidos de tono bajo en la estratosfera de la Tierra deja a científicos perplejos

Alrededor de 50 globos de plástico, notablemente de baja tecnología, fueron lanzados por primera vez en 2016 por un equipo de investigadores de EE. UU. para registrar los sonidos de las erupciones volcánicas, y posteriormente se usaron para monitorear terremotos. Pero también se dieron cuenta de algo muy misterioso.

Misteriosos ruidos retumbantes de origen desconocido han sido detectados en la estratosfera de nuestro planeta Tierra.

Un lote de globos aerostáticos que funcionan con energía solar, originalmente diseñados para recopilar datos sobre volcanes, estaban realizando su recopilación de datos de rutina cuando se toparon con el misterio. Por lo general, los micrófonos que funcionan en esta capa de la atmósfera de la Tierra escuchan reverberaciones de frecuencia ultra baja de la superficie de la Tierra, como ecos de truenos, olas del océano o reverberaciones de explosiones provocadas por el hombre, por ejemplo. Pero esta vez, los ruidos de infrasonidos eran de una naturaleza bastante desconcertante.

“[En la estratosfera,] hay misteriosas señales de infrasonido que ocurren algunas veces por hora en algunos vuelos, pero la fuente de estas es completamente desconocida”, dijo Daniel Bowman, científico principal de Sandia National Laboratories.

Bowman presentó su investigación sobre los sonidos estratosféricos de la Tierra en la 184ª Reunión de la Acoustical Society of America en Chicago. En su línea de estudio, los investigadores recurren a globos relativamente económicos equipados con microbarómetros, que sueltan y luego rastrean con GPS.

“Nuestros globos son básicamente bolsas de plástico gigantes con un poco de polvo de carbón en el interior para oscurecerlos. Los construimos con plástico de pintor de la ferretería, cinta adhesiva y polvo de carbón de las tiendas de artículos pirotécnicos”, explicó Bowman.

A medida que son liberados, el Sol calienta el aire dentro de ellos, haciéndolos flotantes y permitiéndoles flotar a una altitud de más de 20 km (66,000 pies). Durante tales incursiones, los artilugios registraron los retumbos bajos y recurrentes. Mientras reflexionan sobre su fuente, los investigadores dicen que continuarán investigando los sonidos de la estratosfera en diferentes regiones del mundo y durante diversas estaciones, con la esperanza de encontrar pistas.