¿Están los OVNIs vigilando nuestras armas nucleares? Nuevas teorías reavivan el debate
Expertos aseguran que naves extraterrestres visitaron bases militares durante décadas
Desde las primeras oleadas de avistamientos en las décadas de 1960 y 1970 hasta estudios recientes que respaldan estas afirmaciones, la relación entre los OVNIs y las instalaciones nucleares sigue generando especulación. Un renombrado experto en el tema asegura que estas misteriosas visitas no solo ocurrieron en el pasado, sino que aún continúan.
Robert Hastings: el investigador que conecta OVNIs y armas nucleares
Robert Hastings, autor del libro UFOs and Nukes, ha dedicado su carrera a investigar la relación entre los fenómenos aéreos no identificados y las instalaciones nucleares. Basándose en entrevistas con más de 120 ex miembros del servicio militar estadounidense, Hastings afirma que naves desconocidas han sobrevolado bases de misiles nucleares desde la Guerra Fría hasta nuestros días.
“Según las fuentes que entrevisté, los sitios actualmente operativos han sido visitados repetidamente a lo largo de los años”, afirma Hastings. Estos avistamientos incluyen luces extrañas y movimientos aéreos anómalos cerca de sitios de almacenamiento y pruebas nucleares. Según el investigador, los extraterrestres parecen mostrar un interés especial en la tecnología atómica, tal vez por razones científicas o para prevenir conflictos globales.
Avistamientos documentados: del pasado al presente
Durante las décadas de 1960 y 1970, múltiples bases militares reportaron avistamientos de OVNIs, aunque los informes fueron desacreditados o clasificados con rapidez. Sin embargo, Hastings sostiene que estos incidentes fueron reales y malinterpretados deliberadamente.
Un caso reciente ha reavivado el interés en este fenómeno. En diciembre de 2023, se reportaron 17 noches consecutivas de avistamientos en la Base Conjunta Langley-Eustis, Virginia. Según registros gubernamentales, varios objetos voladores no identificados fueron detectados en la zona, lo que llevó a una investigación que involucró al Pentágono, la NASA y aviones de reconocimiento como el WB-57F. Hasta la fecha, los resultados de estas indagaciones no han sido divulgados al público.
Estudios recientes avalan las afirmaciones de Hastings
Un estudio publicado en junio de este año ha añadido credibilidad a estas teorías. Liderado por Ian Porrit, un ex sargento de la Fuerza Aérea de EE. UU. y analista del Proyecto Galileo de Harvard, el análisis se centró en más de 500 casos documentados de avistamientos de OVNIs entre 1945 y 1975.
El equipo descartó informes ambiguos y priorizó aquellos con múltiples testigos o evidencia sólida, concluyendo que “estas inteligencias comprenden los átomos y el armamento atómico”. Los investigadores también señalaron que el ascenso de Estados Unidos como potencia nuclear durante la Guerra Fría fue monitoreado de cerca, ya sea por civilizaciones extraterrestres o agencias de inteligencia desconocidas.
¿Qué buscan los OVNIs en bases nucleares?
Aunque la idea de extraterrestres interesados en nuestras armas atómicas pueda sonar fantástica, Hastings ofrece varias teorías al respecto. Según él, estas visitas podrían tener un propósito preventivo, evitando un conflicto nuclear global que podría afectar tanto a la Tierra como a posibles experimentos extraterrestres.
Otra posibilidad es que estas entidades estén recopilando información científica o vigilando el desarrollo de tecnologías avanzadas. Cualquiera que sea el motivo, Hastings señala que estas interacciones no han sido investigadas adecuadamente debido a una combinación de clasificaciones gubernamentales y un estigma cultural que asocia los OVNIs con teorías conspirativas.
Un misterio que sigue desafiando a la ciencia
A pesar de décadas de testimonios y estudios, la conexión entre los OVNIs y las instalaciones nucleares sigue siendo un tema controvertido. Sin embargo, la creciente recopilación de datos creíbles y el interés renovado en estos fenómenos por parte de científicos como Ian Porrit y proyectos como Galileo están dando un giro al debate.
El interés extraterrestre en nuestras armas nucleares podría ser una advertencia, una investigación científica o incluso una señal de que estamos siendo observados de cerca. Sea cual sea la respuesta, este fenómeno continúa desafiando nuestras concepciones sobre el universo y nuestro lugar en él.