Estudiante de la Universidad de Waterloo construye un minirreactor nuclear con un presupuesto de 2.000 dolares
Khudayfa Nazurdin logra ensamblar un minirreactor casero que genera plasma real, a pesar de no contar con experiencia previa en este tipo de tecnología.
Un joven estudiante de matemáticas de la Universidad de Waterloo, Khudayfa Nazurdin, ha sorprendido al mundo científico con un impresionante logro: la construcción de un minirreactor nuclear funcional, inspirado en los diseños de los tokamaks reales. Con un presupuesto de tan solo 2.000 dólares y sin experiencia previa en el manejo de equipo especializado, Nazurdin logró ensamblar una instalación capaz de producir plasma real, marcando un importante hito en su incipiente carrera.
El proyecto, que tomó solo cuatro semanas en completarse, es un reflejo de la creatividad y la dedicación del joven estudiante. Nazurdin pasó la primera semana identificando y adquiriendo los componentes necesarios para la construcción del minirreactor. En la segunda semana, ensambló la cámara principal y el rectificador. Fue en la tercera semana cuando comenzó a diseñar y ensamblar las unidades estructurales del reactor, y uno de los mayores retos que enfrentó fue el desarrollo de un sistema de vacío. El estudiante pasó horas buscando y reparando fugas hasta que logró alcanzar un vacío de 1/25 millonésima parte de una atmósfera, un nivel de precisión impresionante para un proyecto de esta magnitud.
Nazurdin encontró una solución ingeniosa al usar una fuente de alimentación de 12 kilovatios destinada originalmente a luces de neón para alimentar el reactor. Durante todo el proceso, contó con el apoyo de sus compañeros de residencia y aprovechó la tecnología de chatbots de inteligencia artificial, en particular Anthropic Claude 3.5, para resolver problemas técnicos y afinar detalles del diseño.
A pesar de las limitaciones técnicas y presupuestarias, el minirreactor de Nazurdin es capaz de generar plasma, lo que lo convierte en un éxito significativo. Aunque esta instalación no puede generar las condiciones necesarias para la fusión nuclear —una tarea extremadamente complicada incluso para los laboratorios más avanzados del mundo— el joven no se ha dado por vencido. De hecho, se prepara para realizar más experimentos y ya contempla la posibilidad de avanzar hacia conceptos más complejos de plantas de fusión.
Un futuro prometedor en la energía nuclear
Nazurdin es un ejemplo claro de cómo la combinación de conocimientos académicos, creatividad y recursos accesibles puede conducir a importantes avances tecnológicos. La creación de un minirreactor funcional con un presupuesto limitado de 2.000 dólares demuestra que la investigación y el desarrollo en el ámbito de la energía nuclear no están limitados solo a grandes corporaciones y laboratorios bien financiados.
Este tipo de iniciativas podrían abrir nuevas puertas para el desarrollo de tecnologías sostenibles y accesibles. Con el creciente interés en la energía de fusión como una solución viable para los problemas energéticos globales, los esfuerzos de Nazurdin, aunque modestos en comparación con los avances industriales, destacan como una inspiración para futuros investigadores y científicos.
El inicio de algo grande
Khudayfa Nazurdin ha logrado algo extraordinario en un campo de enorme complejidad. Su minirreactor casero puede no estar listo para proporcionar energía, pero representa un paso importante en el camino hacia la innovación. Con la mente abierta a futuros experimentos y nuevas tecnologías, es probable que este joven estudiante siga dejando su huella en el campo de la física nuclear. La curiosidad, el ingenio y la perseverancia siguen siendo las principales herramientas para los grandes descubrimientos.