Estudio “La Exposición Nocturna a la Luz Artificial Podría Incrementar el Riesgo de Enfermedades Cardíacas”
Un estudio internacional revela que la contaminación lumínica durante la noche altera el ritmo circadiano y eleva las probabilidades de desarrollar afecciones cardiovasculares
La exposición a la luz artificial durante la noche, proveniente de dispositivos móviles, pantallas o iluminación doméstica, podría aumentar significativamente el riesgo de desarrollar enfermedades cardíacas. Así lo revela un reciente estudio publicado en la revista New Scientist, dirigido por un equipo internacional de investigadores. Este hallazgo refuerza la creciente evidencia científica que vincula la alteración del ritmo circadiano con problemas de salud cardiovascular.
Investigaciones previas basadas en datos satelitales ya habían establecido una correlación entre la vida en zonas urbanas con alta contaminación lumínica y un mayor riesgo de padecer trastornos cardiovasculares. Sin embargo, este nuevo estudio profundiza en el impacto directo de la exposición lumínica nocturna en la salud del corazón, independientemente de factores como la edad, el sexo o la predisposición genética.
Metodología y Hallazgos Clave
El estudio analizó datos de aproximadamente 89.000 participantes británicos con una edad promedio de 62,4 años, quienes utilizaron sensores de luz en la muñeca durante una semana entre 2013 y 2016. Estos dispositivos registraron tanto la exposición a la luz natural como a la artificial en sus entornos cotidianos. Tras un seguimiento de ocho años, los resultados mostraron que aquellos expuestos a mayores niveles de luz durante la noche presentaron entre un 23% y un 56% más de riesgo de desarrollar enfermedades cardíacas en comparación con quienes dormían en ambientes oscuros.
Según los investigadores, incluso una hora de exposición a la luz del techo entre la medianoche y las 6 de la mañana sería suficiente para situar a una persona en el grupo de alto riesgo. Daniel Windred, investigador de la Universidad de Flinders en Australia y coautor del estudio, explicó que el cuerpo humano continúa respondiendo a la luz incluso después de apagarla, lo que puede alterar el ritmo circadiano y afectar la salud cardiovascular.
Implicaciones y Recomendaciones
Los resultados del estudio se mantuvieron consistentes incluso después de ajustar variables como el tabaquismo, la calidad del sueño, el trabajo por turnos y la predisposición genética. Esto sugiere que el efecto de la luz nocturna sobre el corazón es independiente de otros factores de riesgo conocidos.
Windred recomienda minimizar la exposición a la luz artificial durante la noche, estableciendo horarios regulares de sueño y asegurando que el dormitorio permanezca en completa oscuridad. En caso de despertarse durante la noche, sugiere evitar luces intensas y optar por una iluminación tenue y cálida para reducir el impacto en el ritmo circadiano.
Este estudio, disponible en el servicio de preimpresión medRxiv, aporta evidencia sólida sobre los riesgos de la exposición nocturna a la luz artificial, destacando la necesidad de adoptar hábitos de sueño más saludables. A medida que la sociedad depende cada vez más de dispositivos electrónicos y entornos iluminados, estos hallazgos subrayan la importancia de regular la exposición lumínica para proteger la salud cardiovascular a largo plazo.