Expedición confirma la existencia del octavo lago de lava del mundo en una remota isla del Atlántico Sur
En 2001, los satélites de la NASA detectaron una anomalía térmica en la isla cerca de la Antártida, insinuando la presencia de un lago de lava escondido dentro de un volcán inexplorado. Sin embargo, el hallazgo permaneció sin verificar durante años porque los vulcanólogos carecían de pruebas concretas.
En una expedición a la deshabitada isla Saunders en el Océano Atlántico Sur, un equipo de científicos y exploradores confirmó oficialmente la existencia del octavo lago de lava del mundo.
La revelación, que se llevó a cabo durante dos décadas, fue capturada en un nuevo episodio de la serie “Explorer” de National Geographic que siguió la traicionera expedición a la cima del Monte Michael, un volcán en la isla Saunders en las Islas Sandwich del Sur que alberga un lago de lava.
“Los lagos de lava son uno de los mejores laboratorios naturales que tenemos para estudiar los procesos volcánicos… Los lagos de lava no son permanentes; son geológicamente transitorios, por lo que cuando descubrimos un nuevo laboratorio, tenemos que aprovecharlo lo más rápido posible. “, dijo a los medios estadounidenses Emma Nicholson, vulcanóloga y profesora asociada de ciencias de la Tierra en el University College de Londres.
El equipo de exploradores intentó por primera vez alcanzar la cima del Monte Michael en 2020, pero se vio obligado a cancelar debido a las inclemencias del tiempo. Su éxito finalmente llegó en noviembre de 2022, a pesar de haber enfrentado una serie de desafíos abrumadores.
Alcanzar la cima del Monte Michael resultó ser el obstáculo más formidable en el viaje del equipo, con condiciones climáticas adversas y tensiones físicas.
“La forma en que el viento envuelve la isla crea un pequeño oasis de calma dentro del océano, así que navegamos a través de esta pared de nubes y de repente el volcán se abrió frente a nosotros”, dijo Nicholson. “Fue el momento más magnífico”.
A pesar de las dificultades, los exploradores perseveraron y lograron ver en un segundo ascenso el enorme cráter que contiene el octavo lago de lava conocido en la Tierra. Debido a la mala visibilidad, los investigadores no pudieron localizar el lago en su ascenso inicial.
La existencia de lagos de lava es particularmente intrigante porque, en circunstancias normales, la lava tan cerca de la superficie debería cristalizar y formar un tapón sólido. El delicado equilibrio necesario para que tales lagos persistan desafía las expectativas de los vulcanólogos.
Este notable descubrimiento mejorará significativamente los modelos e instrumentación vulcanológica, permitiendo una mejor comprensión de la actividad volcánica. En el futuro, los científicos esperan establecer estaciones de seguimiento permanentes en la isla para recopilar y transmitir datos continuamente vía satélite.