Felix Ziegel: El Astrónomo que Desafió el Dogma Científico para Investigar los OVNIs en la URSS

De la Explosión de Tunguska a la Creación de un Programa Secreto, la Historia del Hombre que Sistematizó el Estudio de lo Desconocido en la Unión Soviética.

En la estricta y racionalista Unión Soviética, donde la ciencia estaba sujeta a los designios del Partido Comunista, un astrónomo de renombre se atrevió a desafiar el escepticismo imperante. Félix Ziegel, un académico respetado y un divulgador carismático, se convirtió en la figura pionera que transformó el estudio de los Objetos Voladores No Identificados (OVNIs) de una mera curiosidad marginal en un campo de investigación metódico y serio. Su legado, marcado por la persistencia y una rigurosa recolección de evidencias, dejó una huella imborrable en la historia de la ciencia soviética, desafiando los límites de lo que se consideraba científicamente aceptable.

El Científico Nacido de la Curiosidad

Félix Yurevich Ziegel, nacido en una familia de alemanes rusificados, demostró una vocación científica excepcional desde su infancia. A la temprana edad de seis años, construyó su primer telescopio con sus propias manos, un presagio de la pasión que definiría su vida. Su talento lo llevó, con solo 16 años, a participar en una expedición a Kazajistán para observar el eclipse solar de 1936. Su carrera académica fue brillante: se graduó en la Universidad Estatal de Moscú, cursó estudios de posgrado en la Academia de Ciencias de la URSS y defendió su tesis doctoral en astronáutica, ejerciendo posteriormente como docente. Sin embargo, fue en el Planetario de Moscú donde Ziegel se convirtió en una figura pública, cautivando a multitudes con sus conferencias, cuyas audiencias rivalizaban en número con los conciertos de los artistas más populares de la época.

La Hipótesis Revolucionaria sobre Tunguska

Más allá de las aulas y el planetario, Ziegel dedicó esfuerzos considerables a la investigación de campo. Su punto de inflexión llegó con el estudio meticuloso de la explosión de Tunguska de 1908, un evento que había permanecido como un enigma sin resolver. Tras analizar minuciosamente los relatos de testigos presenciales dispersos por la remota región siberiana, Ziegel formuló una conclusión que sacudiría los cimientos de la explicación oficial: el objeto celeste había realizado un cambio de trayectoria significativo antes de detonar. Esta observación lo llevó a postular su hipótesis más audaz: el fenómeno de Tunguska no fue un simple meteorito, sino un objeto bajo control inteligente. Esta teoría, considerada sensacional para la época, lo impulsó a liderar varias expediciones independientes a la zona y cimentó su determinación de explorar lo inexplicable.

El año 1967 marcó un hito sin precedentes. Con el respaldo crucial del mayor general Porfiry Stolyarov, una figura de alto rango dentro de las Fuerzas Armadas soviéticas, Ziegel logró formar y dirigir el primer grupo de investigación oficial sobre OVNIs en la URSS. La estrategia del grupo fue tan innovadora como arriesgada: emitieron un llamamiento televisado a toda la nación, solicitando a los ciudadanos que reportaran cualquier avistamiento inusual. La respuesta fue abrumadora; miles de cartas y testimonios llegaron desde todos los rincones del país, proporcionando un caudal de datos sin precedentes. Lo más notable fue la seriedad con la que los testigos soviéticos abordaron el tema, describiendo sus experiencias con un detalle y una credibilidad que impresionaron a los investigadores.

La creciente oleada de informes llevó a Ziegel a organizar una conferencia de prensa en 1968 que desafió abiertamente el tabú existente. En ella, personalidades de gran prestigio compartieron sus encuentros con lo desconocido. Figuras como el académico Mijaíl Leónovich, el navegante polar Valentin Akkuratov y, de manera más significativa, el investigador general y principal de la Academia de la Fuerza Aérea Zhukovsky (VVIA), Grigory Sivkov, relataron sus experiencias. Sivkov, en particular, exigió una explicación científica para las anomalías registradas por los radares militares, otorgando una capa de legitimidad técnica y de seguridad nacional a la investigación de Ziegel.

Legado y Oposición: Una Batalla Contra el Escepticismo

A pesar del éxito en la recolección de evidencias, el trabajo de Ziegel y su equipo se desarrolló en un ambiente de constante presión y escepticismo por parte del establishment científico oficial. Mientras Ziegel abogaba por una metodología basada en la clasificación de observaciones, la comparación con fenómenos físicos conocidos y la consideración de hipótesis no refutadas, la ciencia ortodoxa respondía con el ridículo, el silencio o el cierre de departamentos incipientes. Esta oposición sistemática resultó en oportunidades científicas perdidas y limitó el acceso a recursos cruciales. Sin embargo, la perseverancia de Ziegel fructificó en un legado escrito monumental: 43 libros y más de 300 artículos sobre cosmonáutica, astronomía y ufología, incluyendo su seminal “Introducción a la futura teoría OVNI”.

La historia de Félix Ziegel es un testimonio de la lucha por la libertad de investigación frente al dogma. Su trabajo sentó las bases metodológicas para el estudio de los OVNIs en el espacio soviético, demostrando que el interés por este fenómeno no era ajeno a la ciudadanía ni a los círculos militares y académicos de la URSS. Aunque la ufología nunca fue plenamente aceptada, Ziegel logró, contra viento y marea, construir un archivo invaluable y plantear preguntas que siguen vigentes. Su figura se alza como la de un visionario que, armado con el rigor del científico y la pasión del divulgador, intentó descifrar los mayores misterios del cosmos, dejando la puerta abierta para que futuras generaciones continúen la búsqueda.

  ¿Te gusto la noticia? compártela en tus redes sociales.
error: