Hallazgo del UB-85: El misterio del submarino y la leyenda del monstruo marino
El Canal del Norte, un estrecho pasaje marítimo que enlaza el Mar de Irlanda con el Océano Atlántico, ha sido históricamente una ubicación estratégica y un punto vulnerable para la navegación británica. Durante siglos, piratas y corsarios han acechado este estrecho, aprovechando su estrechez para atacar barcos que transitaban entre el Ulster y el suroeste de Escocia.
Una de las historias más notorias de esta región se remonta al 30 de abril de 1918, cuando el UB-85, un submarino alemán, emergió del agua en las primeras horas, listo para acechar a los buques mercantes que traían suministros cruciales a Gran Bretaña desde Estados Unidos y Brasil.
Comandado por Kapitänleutnant Günther Krech, el UB-85 había buscado lanzar sus torpedos contra los barcos aliados durante dos semanas sin éxito. En la oscuridad de la noche, mientras la tripulación examinaba el horizonte en busca de su próxima presa, el submarino fue sorprendido por un evento inaudito: un enorme monstruo marino emergió de las profundidades y se aferró al costado del submarino.
Krech describió al monstruo con ojos grandes, dientes brillantes a la luz de la luna y una apariencia feroz. La tripulación disparó contra la criatura, que se aferraba al arma delantera del submarino, desestabilizándolo y poniéndolo en peligro de hundimiento.
A medida que la bestia se resistía, el submarino se inclinaba peligrosamente, y Krech ordenó disparar continuamente para repeler al monstruo. Eventualmente, la criatura soltó su agarre y desapareció en las profundidades marinas.
El UB-85, dañado y con la cubierta delantera comprometida, se convirtió en un objetivo fácil para la Royal Navy británica. Cuando se rindió, la tripulación fue sorprendentemente cooperativa, sin mostrar resistencia. Krech contó su historia del ataque del monstruo marino, lo que dejó perplejos a los marineros británicos.
La semana pasada, Scottish Power anunció el hallazgo de restos submarinos cerca de la última ubicación reportada del UB-85. Aunque no se han tomado imágenes claras, un sonar muestra la forma distintiva de un submarino a 340 pies bajo la superficie. Sin embargo, no revela daños en la cubierta delantera como los descritos por Krech.
Los avistamientos de monstruos marinos en esta región han sido reportados a lo largo del tiempo, alimentando la especulación sobre la historia del UB-85. Gary Campbell, guardián del Registro Oficial de Avistamientos del Monstruo del Lago Ness, considera plausible la posibilidad de que el submarino fuera atacado por una criatura marina salvaje.
Sin embargo, otras voces, como la de Peter Roper de Scottish Power, expresan escepticismo ante la extravagante historia de Krech y sugieren que el hundimiento del UB-85 fue mucho más simple que un ataque de un monstruo marino.
Investigar el caso llevó a indagar en los archivos de la Administración Nacional de Archivos y Registros de Estados Unidos, donde se encontraron relatos de la tripulación del submarino después de la guerra. La versión de Krech sobre el incidente no mencionaba un monstruo marino, sino problemas internos del submarino durante un buceo de emergencia.
Los informes de la tripulación indicaron que las acciones de Krech, como instalar calefacción en el compartimento de oficiales, comprometieron la estanqueidad del submarino. Esto provocó una inundación durante el buceo, resultando en la posterior vulnerabilidad del UB-85.
Así, el UB-85 parece haberse hundido debido a problemas internos y no por un encuentro con un monstruo marino. Las conjeturas y las leyendas perduran, pero la verdad detrás de este misterioso evento parece ser mucho menos fantástica de lo que se creía.