Haluros de Metilo: El James Webb se enfoca en una biofirma revolucionaria para cazar vida extraterrestre en mundos océano

Una nueva investigación propone que estos gases, producidos por microbios en la Tierra, podrían ser la clave para detectar vida extraterrestre en exoplanetas Hyceanos, con el planeta K2-18b como objetivo primordial.

La eterna pregunta sobre si estamos solos en el universo podría estar cerca de una respuesta gracias a una estrategia innovadora. Científicos están redefiniendo la búsqueda de vida extraterrestre, alejándose de las biofirmas tradicionales como el oxígeno y proponiendo un nuevo marcador: los haluros de metilo. Utilizando el poder sin precedentes del Telescopio Espacial James Webb (JWST), los investigadores creen que estos gases podrían ser la señal inequívoca de vida microbiana en una clase de planetas recientemente teorizada, los mundos Hyceanos, con el exoplaneta K2-18b en el punto de mira.

Una Nueva Estrategia para una Búsqueda Milenaria

La humanidad ha dirigido su mirada hacia las estrellas durante siglos, pero solo en las últimas décadas ha desarrollado la tecnología para escrutar las atmósferas de planetas que orbitan otras estrellas. El JWST, lanzado en 2021, representa la vanguardia de esta capacidad. Su espejo primario de 6.5 metros permite analizar la composición química de atmósferas exoplanetarias con una precisión nunca antes vista. Sin embargo, la búsqueda de vida se ha topado con un obstáculo: detectar biomarcadores en planetas rocosos similares a la Tierra es extremadamente complejo debido a su tamaño y a la interferencia atmosférica.

Frente a este desafío, un equipo de la Universidad de California en Riverside (UCR) ha publicado un estudio en The Astrophysical Journal Letters que cambia el paradigma. La investigación sugiere buscar vida no en análogos terrestres, sino en planetas Hyceanos: mundos sustancialmente más grandes que la Tierra, con atmósferas ricas en hidrógeno y vastos océanos globales. Estas características, lejos de ser un impedimento, hacen que sus atmósferas sean más expansivas y transparentes para las observaciones del JWST.

El Gas que Delata a Microbios Alienígenas

La biofirma propuesta, los haluros de metilo, son gases que en la Tierra son producidos principalmente por organismos marinos como algas, hongos y bacterias. A diferencia del oxígeno, que puede ser generado por procesos abióticos (sin vida), la presencia significativa de haluros de metilo como el cloruro de metilo (CH₃Cl) en una atmósfera rica en hidrógeno sería un indicador mucho más robusto de actividad biológica.

La autora principal del estudio, Michaela Leung, científica planetaria de la UCR, explica que en los planetas Hyceanos, estos gases pueden acumularse a niveles detectables, ya que no serían destruidos fácilmente por la radiación ultravioleta, como ocurre en atmósferas oxigenadas. “Esta búsqueda presenta una oportunidad única para la detección”, afirma Leung. “Es una ventana completamente nueva en la astrobiología”.

K2-18b: El Laboratorio de Pruebas Cósmico

El estudio identifica al exoplaneta K2-18b, situado a 120 años luz de distancia en la zona habitable de su estrella, como el candidato ideal. Simulations realizadas por el equipo indican que el JWST podría detectar cloruro de metilo en la atmósfera de K2-18b en tan solo 13 horas de tiempo de observación. Esta eficiencia es crucial, ya que el tiempo del telescopio es un recurso escaso y valioso.

Este enfoque no solo es rápido, sino que llega tras anuncios previos sobre el mismo planeta. En 2023, otro grupo de investigadores sugirió la posible presencia de sulfuro de dimetilo (DMS) –otra molécula asociada a la vida en la Tierra– en K2-18b, aunque esos hallazgos fueron recibidos con escepticismo por parte de la comunidad científica por la falta de evidencia contundente. La nueva propuesta de los haluros de metilo ofrece una vía alternativa y potencialmente más sólida para investigar este intrigante mundo.

Implicaciones y Próximos Pasos: Más Allá de un Solo Planeta

El Dr. Eddie Schwieterman, astrobiólogo de la UCR y coautor del estudio, subraya que el descubrimiento de estos gases no apuntaría a civilizaciones avanzadas, sino a vida microbiana anaeróbica, organismos que no requieren oxígeno. “Estarían adaptados a un entorno muy diferente”, señala, “y encontrar sus gases transformaría nuestra comprensión de la distribución de la vida en el cosmos”.

No obstante, desde el equipo científico del JWST en la NASA advierten sobre la prudencia. La detección de una biofirma potencial requiere múltiples líneas de evidencia convergentes y observaciones de seguimiento para descartar falsos positivos y procesos geoquímicos no biológicos.

La búsqueda de vida extraterrestre entra en una nueva era, guiada por la ingeniosa combinación de la tecnología más avanzada y hipótesis audaces. La propuesta de utilizar los haluros de metilo como biofirma en mundos Hyceanos representa un giro estratégico que maximiza las capacidades del James Webb. Si las próximas observaciones de K2-18b u otros candidatos Hyceanos confirman la presencia de estos gases, la humanidad podría estar frente a su primera evidencia de vida más allá de la Tierra. Un descubrimiento de tal magnitud no solo confirmaría que no estamos solos, sino que revelaría que la vida, en sus formas más fundamentales, podría ser un fenómeno común en los océanos cósmicos que salpican el universo.

  ¿Te gusto la noticia? compártela en tus redes sociales.
error: