Historias de ONVIs: Los ovnis arrojan extrañas fibras en Oloron, Francia a las que les llamaron “cabello de ángel”

Oloron, Francia, octubre de 1952

Ha habido muchos informes de caídas de cabello de ángel en todo el mundo. La incidencia más notificada ocurrió en Oloron, Francia, en 1952.

Muchos testigos informaron haber visto más de 30 ovnis esféricos rojos volando por encima, junto con lo que el superintendente escolar local, Jean-Yves Prigent, describió como “un cilindro estrecho, aparentemente inclinado en un ángulo de 45 grados… moviéndose lentamente en línea recta hacia el suroeste”. …

Una especie de columna de humo blanco escapaba de su extremo superior”.

De estas naves salía una sustancia blanca, parecida a un cabello, que cubría los cables telefónicos, las ramas de los árboles y los techos.

Cuando la gente enrollaba los pelos en una bola, se convertía en una sustancia gelatinosa y desaparecía. Un hombre afirmó haber quedado atrapado por el material. Al liberarse, volvió a elevarse en el aire.

Diez días después, estos hechos se repitieron en Gaillac, también en Francia.

Más ocurrencias de cabello de ángel

El 27 de octubre de 1954, Gennaro Lucetti y Pietro Lastrucci se pararon en el balcón de un hotel en la Plaza de San Marcos en Venecia y vieron dos “husos brillantes” que volaban por el cielo dejando un rastro de cabello de ángel.

En la ciudad portuguesa de Évora, el 2 de noviembre de 1959, se observaron dos objetos en forma de disco sobre la ciudad, y un director de escuela local, y luego técnicos de las fuerzas armadas y científicos de la Universidad de Lisboa.

No fue posible sacar conclusiones aunque aparentemente estaba formado por un pequeño organismo con 10 ‘brazos’ que se extendían desde un núcleo central.

Se avanzó que podría ser un organismo unicelular de algún tipo.

Una caída de cabello de ángel en Florida en 1957 fue presenciada por Craig Philips (más tarde director del acuario nacional de Estados Unidos), quien recolectó muestras. sin embargo, estos desaparecieron antes de que pudiera llegar a un laboratorio.

El 10 de febrero de 1978, una gran cantidad de fibras cayeron del cielo durante dos horas cerca de Samaru, Nueva Zelanda.

 

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