Hormigas invasoras cambian ‘el menú’ de los leones en una reserva africana

Las actividades humanas en todos los rincones de la Tierra han causado el desplazamiento de especies desde sus hábitats originales a lugares muy distantes del planeta y, aunque las consecuencias de la ‘invasión’ oscilan entre dañinas y positivas, las más de las veces son impactantes.

Así ocurrió en la Reserva de Caza Ol Pejeta en Kenia, donde la hormiga leona (Pheidole megacephala), una especie invasora, cambió el paisaje, obligando a los leones a cambiar a su comportamiento de caza e incluso su dieta, según se desprende de un comunicado del estudio de la Universidad de Wyoming, Estados Unidos.

Las hormigas invasoras Pheidole megacephala comenzaron a extenderse por esta reserva hace unos 20 años. Sus poblaciones empezaron a colonizar los árboles, desplazando a la Crematogaster, una hormiga que actuaba como guardiana de la flora local frente a los grandes herbívoros mediante sus feroces ataques.

Los científicos notaron que las hormigas nativas mantenían una relación simbiótica con los árboles. Los insectos protegían las plantas picando a los ‘intrusos’ y causándoles molestias por el ácido que segregaban. Las hormigas se revelaron especialmente eficaces para ahuyentar a los elefantes metiéndose en sus trompas y causándoles graves molestias. Sin embargo, las hormigas invasoras no podían proporcionar esa protección a la flora y los elefantes comenzaron a comer árboles activamente.

En consecuencia, los árboles y arbustos de la reserva empezaron a desaparecer, desprotegidos contra los elefantes y otros herbívoros, lo que dejaba a los leones sin lugares para emboscar a las cebras, sus presas habituales.

Los depredadores se vieron obligados a cambiar su estrategia de caza, centrando su atención en los búfalos, animales más lentos, pero mucho más grandes y difíciles de reducir que las cebras.

Los científicos creen que los leones de la reserva Ol Pejeta han mantenido su número matando más búfalos africanos. En otras partes de África Oriental, se requieren manadas más grandes de leones para matar búfalos, lo que, eventualmente, puede conllevar cambios en el tamaño y en la composición de los grupos de leones locales.

“Me sorprendió cómo estas pequeñas hormigas pueden causar todos estos efectos en cascada dentro del ecosistema”, comentó Douglas Kamaru, coautor de la investigación publicada en la revista Science, recoge Scientific American.

rt

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