Huellas en el Archivo: Cómo la “Ciencia Básica” de la DIA, los Secretos Soviéticos y los Datos Inéditos del AAWSAP Desafían la Narrativa Oficial sobre los Fenómenos Aéreos No Identificados
Un análisis forense de documentos desclasificados revela correlaciones inexplicadas y plantea interrogantes críticos sobre el alcance y las conclusiones de la investigación gubernamental más reciente.
En marzo de 2024, la Oficina de Resolución de Anomalías en Todos los Dominios (AARO) del Pentágono publicó su informe histórico, concluyendo que no hay evidencia de tecnología extraterrestre o programas secretos de ingeniería inversa dentro del gobierno de los Estados Unidos. Esta conclusión, presentada como definitiva, parece cerrar décadas de especulación. Sin embargo, un examen minucioso de tres conjuntos de documentos técnicos específicos —los “Documentos de Referencia de Inteligencia de Defensa” (DIRD) de la DIA, los manuscritos del ingeniero soviético Valerij Černohajev y los archivos del programa OVNI soviético “Thread-3″— revela un patrón de correlaciones temáticas y cronológicas que la evaluación de la AARO no aborda. Este rastro documental, combinado con incongruencias en el registro público, traza un mapa de preguntas sin responder que desafían la solidez de la negativa oficial y exigen un escrutinio legislativo más profundo.

I. El Espejo Documental: Una Convergencia Anómala
Entre 2008 y 2010, la Agencia de Inteligencia de Defensa (DIA) financió la producción de 38 estudios técnicos bajo el paraguas del Programa de Aplicaciones de Sistemas de Armas Aeroespaciales Avanzadas (AAWSAP). Catalogados como “ciencia básica” y proyectados al año 2050, estos Documentos de Referencia de Inteligencia de Defensa (DIRD) abarcan dominios altamente especializados: ingeniería del vacío cuántico para propulsión, agujeros de gusano transitables, metamateriales para invisibilidad y efectos biológicos de campos de energía anómalos.
De forma paralela, pero dos décadas antes, el ingeniero aeroespacial soviético Valerij Černohajev produjo una serie de manuscritos técnicos no publicados. Estos describen, con notable detalle, una arquitectura integrada para un sistema de propulsión avanzado, incluyendo un “Medio de Vacío Estructurado”, generación de energía por plasma, manipulación de la inercia y efectos biológicos de la exposición a campos electromagnéticos específicos. Simultáneamente, el programa secreto soviético “Thread-3” (1978-1991) investigaba sistemáticamente fenómenos aéreos no identificados, enfocándose en “agentes propulsores no tradicionales” y capacidades de rendimiento que desafiaban la física convencional.
El análisis comparativo de estos tres corpus revela una superposición temática que trasciende la coincidencia. Los DIRD no son una enciclopedia aleatoria de futuros aeroespaciales; son un conjunto quirúrgicamente enfocado que replica precisamente los dominios técnicos explorados en los manuscritos de Černohajev y priorizados por la investigación soviética: propulsión sin masa de reacción, gestión de la inercia, energía del vacío y efectos biológicos asociados a sistemas avanzados. Marcas teóricas compartidas, como la fundamentación en la hipótesis del vacío de Andrei Sájarov, y el acceso documentado de los autores de los DIRD a los materiales de Thread-3 a través del contratista AAWSAP, complejizan la narrativa de una mera “ciencia básica” especulativa.
II. La Paradoja de la Clasificación y el Vacío en el Registro
El contraste entre las percepciones internas y la evaluación oficial genera una de las mayores incongruencias documentales. En junio de 2009, el entonces senador Harry Reid, patrocinador del AAWSAP, solicitó urgentemente que el programa fuera elevado al nivel de “Programa de Acceso Especial” (SAP), la clasificación más restrictiva, citando “hallazgos altamente sensibles y no convencionales”. Cinco meses después, la DIA denegó la solicitud, argumentando que los entregables eran solo “documentos de referencia de ciencia básica no clasificados” que, por regulación, no podían ser clasificados.
Esta paradoja admite varias lecturas. ¿Los evaluadores de la DIA solo revisaron los DIRD académicos, ignorando otros productos del AAWSAP—como el análisis de 140 páginas del incidente del USS Nimitz o las traducciones de los documentos soviéticos de Thread-3—que podrían justificar la sensibilidad? ¿O la estructura de “documento de referencia” fue un marco diseñado, consciente o no, para producir análisis técnicamente válidos sobre dominios sensibles sin desencadenar mecanismos de clasificación? El memorando de denegación no aclara qué conjunto completo de entregables fue evaluado.
III. Las Limitaciones de la Investigación de la AARO y las Preguntas Persistentes
La conclusión general de la AARO de que no encontró evidencia de programas de ingeniería inversa o tecnología no humana es significativa, pero su informe plantea interrogantes sobre su alcance metodológico. La afirmación de la AARO de que el AAWSAP “no produjo un trabajo sustancial sobre casos de FANIs” es difícil de conciliar con el testimonio bajo juramento de participantes y periodistas, que describen un equipo de 50 investigadores, una base de datos de 240,000 casos y análisis profundos de incidentes clave. Esta discrepancia sugiere, al menos, una brecha de definición o de acceso.
La AARO caracteriza gran parte del discurso público sobre recuperación de artefactos como “informes circulares” originados en la misma red de individuos vinculados al AAWSAP. Si bien esta observación es factual, su interpretación es ambivalente: puede indicar una creencia autorreforzada o, alternativamente, un grupo de expertos que, a partir de un acceso programático compartido, ha intentado consistentemente divulgar información que consideran válida. Las correlaciones documentales entre el trabajo soviético y los DIRD, producidos por miembros de esa red, añaden un peso contextual que la evaluación de la AARO no disipa.
La Hoja de Ruta para el Escrutinio del Congreso
La negativa categórica de la AARO no puede ser el punto final del examen mientras persistan lagunas en el registro documental y correlaciones sin explicación. Este análisis no pretende probar la existencia de tecnología exótica, sino subrayar que las conclusiones oficiales requieren una base de transparencia y exhaustividad que actualmente parece incompleta.
El Congreso y las oficinas de inspectores generales tienen ante sí una hoja de ruta concreta para validar o cuestionar de manera creíble las conclusiones de la AARO. Las preguntas clave son específicas y accionables: 1) ¿Se utilizaron los análisis de Thread-3 y otros casos de FANIs para informar la selección de temas de los DIRD? 2) ¿Qué justifica la retención continua de los productos inéditos del AAWSAP (análisis del Nimitz, traducciones soviéticas) si el programa era únicamente académico? 3) ¿Tuvo la AARO acceso completo y revisó todos los productos generados bajo el contrato AAWSAP, o solo un subconjunto? 4) ¿Cómo se reconcilia la solicitud de SAP de Reid, basada en hallazgos “altamente sensibles”, con la evaluación posterior de la DIA?
Hasta que estas preguntas sean respondidas con documentos específicos y testimonio detallado, la historia documentada del AAWSAP, sus vínculos con investigaciones históricas adversarias y sus anomalías de clasificación permanecerán como un capítulo inconcluso. La presión para una rendición de cuentas completa debe centrarse en estos puntos precisos, exigiendo que la negativa oficial se sostenga no solo sobre la ausencia de evidencia en registros revisados, sino sobre la plena apertura y explicación de un registro que, hasta ahora, muestra patrones demasiado consistentes como para ser ignorados.
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