Jamais vu: El Misterioso Fenómeno que Nos Hace Olvidar lo Familiar
Un estudio revela cómo el “Jamais vu” podría ser una clave para entender el funcionamiento de la memoria humana.
El déjà vu es un término conocido por la mayoría: esa sensación desconcertante de haber vivido una situación antes, aunque sabemos que no es posible. Sin embargo, los científicos han centrado su atención en un fenómeno opuesto menos conocido pero igualmente fascinante: el Jamais vu. Este extraño efecto provoca que algo completamente familiar de repente parezca desconocido, desafiando nuestra percepción de la realidad y planteando nuevas preguntas sobre cómo funciona la memoria.
¿Qué es el Jamais vu?
El Jamais vu, derivado del francés que significa “nunca visto”, describe momentos en los que el cerebro nos engaña y lo cotidiano se siente desconectado y extraño. Puede suceder con una cara conocida, una palabra o incluso una acción repetitiva. A pesar de su rareza, los estudios recientes sugieren que este fenómeno tiene implicaciones significativas para entender cómo procesamos la información y cómo nuestras memorias nos ayudan a interactuar con el mundo.
Según los psicólogos Akira O’Connor, de la Universidad de St. Andrews, y Christopher Moulin, de la Universidad de Grenoble-Alpes, el Jamais vu ocurre cuando nuestro cerebro pierde temporalmente su capacidad para reconocer algo familiar. Es una señal de que nuestro sistema de memoria está revaluando una experiencia que se ha vuelto automática o mecánica.
El experimento del Jamais vu: cuando lo familiar se vuelve extraño
Para explorar este fenómeno, los investigadores llevaron a cabo dos experimentos con resultados sorprendentes:
Primer experimento: 94 voluntarios fueron invitados a reescribir repetidamente palabras comunes como “puerta” o “espada”. Tras aproximadamente 33 repeticiones, el 70% de los participantes reportaron una sensación de irrealidad o desconexión con las palabras, como si hubieran perdido su significado.
Segundo experimento: Usando la palabra más común en inglés, “the”, los investigadores observaron resultados similares. Un 55% de los participantes detuvieron el ejercicio después de 27 repeticiones, mencionando que la palabra parecía incorrecta, y algunos incluso notaron que sus manos dejaban de responder naturalmente al escribir.
Estos resultados sugieren que el Jamais vu puede ser provocado intencionalmente mediante la repetición excesiva, lo que lleva al cerebro a “reiniciar” su percepción de la tarea para evitar un estado de automatismo completo.
Un vistazo al pasado: los experimentos de Margaret Floy Washburn
Aunque el Jamais vu puede parecer un descubrimiento reciente, los estudios sobre este fenómeno tienen raíces históricas. En 1907, la psicóloga Margaret Floy Washburn observó un fenómeno similar al registrar cómo los participantes experimentaban una pérdida de “fuerza asociativa” tras repetir palabras durante largos periodos. Este contexto histórico añade un peso científico al estudio actual, demostrando que nuestra comprensión de la memoria sigue evolucionando.
¿Por qué ocurre el Jamais vu?
Los investigadores creen que el Jamais vu es una herramienta del cerebro para combatir la automatización excesiva. Al enfrentarnos a tareas que hemos realizado innumerables veces, nuestro cerebro puede entrar en un modo de “piloto automático”, lo que podría hacernos menos conscientes de nuestro entorno. El Jamais vu interrumpe este ciclo, obligándonos a reevaluar la tarea o situación y reconectarnos con el momento presente.
Implicaciones científicas y prácticas
El estudio del Jamais vu no solo nos ayuda a entender mejor la memoria, sino que también tiene aplicaciones prácticas. Por ejemplo, podría ofrecer pistas para tratar trastornos cognitivos relacionados con la percepción y la memoria, como la demencia. También podría arrojar luz sobre cómo mantener la atención en actividades rutinarias, algo crucial en contextos laborales y educativos.
El Jamais vu es un recordatorio intrigante de cómo nuestro cerebro trabaja constantemente para equilibrar la rutina y la conciencia. Aunque parece ser un simple error en nuestro sistema de memoria, este fenómeno ofrece una ventana fascinante al funcionamiento interno de nuestra mente. A medida que los científicos continúan explorando sus mecanismos, podríamos descubrir nuevas formas de comprender, e incluso optimizar, cómo interactuamos con el mundo que nos rodea.
Estudio publicado en la revista Science Alert