La Gran mancha roja de Júpiter: ¿Más joven de lo que pensábamos?

La icónica Gran Mancha Roja de Júpiter es una tormenta masiva que ha girado dentro de la atmósfera del planeta más grande del sistema solar durante años. Sin embargo, la edad exacta de este vórtice ha sido objeto de debate entre los astrónomos.

Nueva Investigación Desafía Creencias Anteriores

Durante mucho tiempo, algunos expertos creían que la Gran Mancha Roja tenía siglos de antigüedad y que fue observada por primera vez por el astrónomo italiano Giovanni Domenico Cassini en el siglo XVII. Otros, en cambio, pensaban que la tormenta era más reciente. Ahora, una nueva investigación sugiere que la Gran Mancha Roja se formó hace unos 190 años, lo que significa que Cassini observó algo diferente en Júpiter en 1665.

Un estudio detallado, publicado el 16 de junio en la revista Geophysical Research Letters, sostiene que, a pesar de ser más joven de lo que se creía anteriormente, la tormenta sigue siendo el vórtice más grande y más longevo conocido en nuestro sistema solar.

El Ojo en la Tormenta

La impresionante apariencia de Júpiter presenta franjas y manchas compuestas de bandas de nubes y tormentas ciclónicas que rodean el planeta. Estas tormentas, al no tener una superficie sólida que las frene, pueden durar años. La Gran Mancha Roja es un vórtice masivo dentro de la atmósfera de Júpiter, con aproximadamente 16,350 kilómetros de ancho, similar al diámetro de la Tierra. Sus fuertes vientos alcanzan los 450 kilómetros por hora y su tono rojo característico proviene de reacciones químicas atmosféricas.

Cassini y la “Mancha Permanente”

Giovanni Domenico Cassini observó un fenómeno en Júpiter a mediados del siglo XVII que describió como el “punto permanente”. Sin embargo, en 1831, los astrónomos detectaron una gran tormenta de forma ovalada en la misma latitud de Júpiter, que ha persistido y todavía se observa en la actualidad. La pregunta que los investigadores se han hecho durante mucho tiempo es si estas tormentas eran el mismo fenómeno o dos vórtices diferentes manifestados en el mismo lugar con más de un siglo de diferencia.

Resolviendo el Enigma

Un equipo de investigadores recopiló datos y analizó dibujos e imágenes históricos que representan la estructura, ubicación y tamaño del lugar a lo largo del tiempo. Estos datos se utilizaron para crear modelos numéricos que recrean la longevidad potencial de la tormenta. Según Agustín Sánchez-Lavega, profesor de física aplicada en la Universidad del País Vasco en Bilbao, España, “es muy poco probable que la Gran Mancha Roja actual fuera la ‘Mancha Permanente’ observada por Cassini”.

La “Mancha Permanente” probablemente desapareció entre mediados del siglo XVIII y XIX, lo que sugiere que la Gran Mancha Roja ha existido por unos 190 años. Sánchez-Lavega y su equipo analizaron dibujos históricos y no encontraron menciones específicas sobre el color de la tormenta, lo que respalda la hipótesis de que se trata de fenómenos distintos.

La Gran Mancha Roja: Un Misterio en Evolución

Los investigadores también exploraron cómo se originó la tormenta realizando simulaciones en supercomputadoras. Evaluaron varios escenarios, incluyendo la posibilidad de que la Gran Mancha Roja se formara a partir de una supertormenta gigantesca, la fusión de vórtices más pequeños o una inestabilidad en los vientos. Concluyeron que una célula de tormenta atmosférica persistente, resultante de la intensa inestabilidad del viento, es la causa más probable de la formación de la Gran Mancha Roja.

A lo largo de los años, la Gran Mancha Roja ha cambiado de tamaño y forma. En 1879, medía unas 39,000 kilómetros en su punto más largo, pero se ha ido reduciendo y volviéndose más redondeada con el tiempo, ahora mide unos 14,000 kilómetros. Investigaciones anteriores han demostrado que la tormenta está creciendo en altura mientras se reduce en tamaño.

Mirando al Futuro

Los datos de misiones espaciales modernas, como la nave espacial Juno de la NASA, han brindado a los astrónomos una visión sin precedentes de la tormenta. A medida que los investigadores continúan estudiando la Gran Mancha Roja, intentan recrear su tasa de reducción a lo largo del tiempo para comprender los procesos que la mantienen estable y determinar si persistirá en los próximos años o desaparecerá.

Michael Wong, científico investigador de la Universidad de California, Berkeley, y coautor de estudios anteriores sobre la Gran Mancha Roja, destacó la importancia de estas investigaciones. “Tenemos mucho que aprender sobre estos planetas realizando observaciones continuas a largo plazo de su tiempo y clima”.

En conclusión, aunque la Gran Mancha Roja de Júpiter podría ser más joven de lo que se pensaba, sigue siendo un fenómeno fascinante y enigmático que continúa capturando la imaginación de astrónomos y científicos alrededor del mundo.

 

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