La insulina se puede cultivar dentro de las plantas y tomar como alimento
Científicos de la Universidad de Pensilvania han desarrollado un nuevo tipo de lechuga que contiene tres péptidos clave que forman la insulina humana. Se crean a medida que crece la planta y se almacenan en la lechuga si la lechuga se congela o se seca, lo que resuelve el problema del almacenamiento de esta sustancia vital. Para inyectarse insulina, es suficiente comer una cierta cantidad de ensalada.
Este avance fue posible gracias a dos factores. Primero, los logros de la ingeniería genética, que permitieron modificar el genoma de la lechuga y “enseñarle” a crear insulina humana. En segundo lugar, la presencia de una pared celular rígida en las plantas, que les permite sobrevivir su estadía en el estómago y llegar a los intestinos, donde se libera insulina, luego de lo cual ingresa al órgano objetivo: el hígado.
La efectividad de la insulina vegetal no es inferior a la del medicamento de la farmacia, y tiene una gran ventaja: de esta forma, la insulina se puede tomar por adelantado, la hizo parte de la dieta. Esto le permite tener una “reserva” de la hormona en el cuerpo, lo que reduce el riesgo de hipoglucemia con una fuerte caída en los niveles de glucosa en sangre. Sin embargo, esto sigue siendo una teoría, aún no se han realizado experimentos en humanos.
Se eligió la insulina como sustancia inicial, pero los principales esfuerzos de los científicos están dirigidos a crear una tecnología para la formación de fármacos en las plantas. Esto reducirá el costo de su producción, simplificará el almacenamiento y el transporte, y los hará accesibles a todos los segmentos de la población. Y no solo para los humanos: el próximo paso será probar la insulina de lechuga en perros diabéticos, que también necesitan una ingesta regular de la sustancia.