La NASA censura documentos previos a una audiencia pública del Telescopio James Webb sobre fenómenos aéreos no identificados
Tras negar inicialmente su existencia, la agencia espacial libera 24 páginas con censuras casi totales, invocando el privilegio deliberativo y avivando el debate sobre la transparencia en medio de rumores virales.
En un episodio que ejemplifica la compleja interacción entre el derecho a la información, los procesos gubernamentales y la desinformación en la era digital, la NASA ha liberado finalmente un conjunto de documentos internos relacionados con el Telescopio Espacial James Webb (JWST), aunque de una forma que ha dejado más preguntas que respuestas. La publicación, resultado de una ardua apelación bajo la Ley de Libertad de Información (FOIA), consiste en materiales preparatorios para una audiencia congresional pública de 2022, pero sus contenidos sustanciales permanecen casi completamente ocultos al escrutinio público.
Desarrollo de los Hechos
La saga comenzó en septiembre de 2024, cuando el sitio web especializado The Black Vault presentó una solicitud FOIA dirigida a la NASA. El pedido buscaba obtener cualquier registro —clasificado o no— de las sesiones informativas brindadas al Congreso sobre los descubrimientos del JWST entre 2021 y 2024. Esta iniciativa no surgió de la nada, sino que fue una respuesta directa a una vorágine de especulaciones en redes sociales y plataformas de video que afirmaban, sin evidencea sólida, que el telescopio había detectado un objeto anómalo dirigiéndose hacia la Tierra y que la NASA había informado de esto en secreto a los legisladores.
El fuego de los rumores se avivó significativamente cuando el periodista Matt Laslo, a través de su proyecto “Ask a Pol”, interrogó al representante Andre Carson, conocido por su interés en temas de seguridad nacional y fenómenos aéreos no identificados, sobre su posible participación en sesiones informativas clasificadas del JWST. La negativa de Carson a comentar al respecto fue interpretada por algunas comunidades en línea como una confirmación tácita, añadiendo una capa de credibilidad aparente a las teorías.
La respuesta inicial de la NASA, fechada el 9 de octubre de 2024, fue categórica y negativa: tras realizar búsquedas en las oficinas pertinentes, la agencia afirmó que no existían registros que coincidieran con la solicitud. The Black Vault apeló inmediatamente esta decisión, argumentando con lógica que era improbable que una audiencia pública del Congreso, como la celebrada en noviembre de 2022, no hubiera generado materiales preparatorios internos. La apelación demostró ser acertada. En diciembre de 2024, la Oficina del Asesor General de la NASA revocó la denegación inicial, admitiendo que los registros sí existían y eran localizables, y ordenó su procesamiento.
Los Documentos Liberados y la Censura
El 29 de agosto de 2025, la NASA cumplió con la orden y publicó 24 páginas de documentos bajo el nuevo caso FOIA 25-00860-F-HQ. Los materiales consistían en diapositivas informativas preparadas para una sesión interna de preparación el 15 de noviembre de 2022, un día antes de la audiencia pública del Subcomité de Espacio y Aeronáutica de la Cámara de Representantes titulada “Desplegando el Universo: Resultados Científicos Iniciales del JWST”.
Sin embargo, la revelación fue profundamente anticlimática. Aunque los títulos de las secciones de las diapositivas eran visibles —”Temas”, “¿Mensajes?”, “Preguntas para reflexionar”, “Preguntas adicionales para reflexionar”, “Aún más preguntas”—, prácticamente la totalidad del texto bajo estos encabezados fue retenido. La NASA aplicó de manera exhaustiva la Exención (b)(5) de la FOIA, conocida como el “privilegio deliberativo”.
Análisis de la Exención y sus Implicaciones
Es crucial entender que la Exención (b)(5) no se refiere a material clasificado por razones de seguridad nacional. En cambio, protege los procesos deliberativos internos dentro de las agencias gubernamentales, incluyendo borradores, opiniones, recomendaciones y debates previos a la toma de una decisión final. La NASA argumentó que divulgar estos intercambios internos perjudicaría su capacidad para mantener discusiones francas y abiertas en el futuro, ya que el personal sería más cauteloso si supiera que sus conversaciones preliminares podrían hacerse pública.
No obstante, la decisión es notable por varias razones. En primer lugar, estos documentos, cuya existencia fue inicialmente negada, eran preparatorios para una audiencia pública cuyo desarrollo y contenido son del dominio público. En segundo lugar, la FOIA establece que la exención (b)(5) es discrecional; la agencia puede elegir no invocarla si determina que la divulgación no causaría perjuicio. La elección de la NASA de censurar casi en su totalidad notas y puntos de discusión relacionados con un evento tan público genera inevitablemente interrogantes sobre el umbral de sensibilidad que se le atribuye a este material de routine.
Este caso no prueba la existencia de descubrimientos revolucionarios o clasificados del James Webb, como sugerían los rumores originales. Sin embargo, sí ilustra de manera paradigmática las dificultades inherentes al sistema FOIA y los desafíos para lograr una transparencia absoluta. La secuencia de eventos —una negativa inicial incorrecta, una apelación exitosa y una liberación de documentos tan heavily censurados— erosiona la confianza y alimenta una narrativa de secretismo, incluso si la retención de la información se basa en un argumento legalmente sólido.
La historia no termina aquí. The Black Vault ha presentado una nueva apelación, desafiando el uso de la exención (b)(5) y argumentando que el interés público en entender los preparativos de la NASA para una audiencia congresional supera los supuestos perjuicios de su divulgación. El episodio sirve como un recordatorio de que el camino hacia la información gubernamental está a menudo pavimentado con obstáculos burocráticos y legales, y que la sombra de los rumores de internet es lo suficientemente larga como para llegar hasta los pasillos de las instituciones más prestigiosas.
Para ver los documentos completos visite The Black Vault