La nueva tecnología podría hacer realidad los sueños de los viajes espaciales interestelares
Aunque la humanidad aún no es capaz de realizar vuelos interestelares tripulados debido a su duración ultralarga, los científicos han estado luchando para resolver este problema durante mucho tiempo. Una solución podría ser la tecnología de “velas solares” y, como resultó recientemente, esta tecnología podría mejorarse enormemente.
Un equipo de físicos dirigido por Mathias Larrouturou, investigador de vuelos espaciales en la Universidad McGill, ha desarrollado un modelo para minimizar la duración del viaje interestelar.
Los cálculos han demostrado que una nave espacial con una “vela solar” modificada puede “alcanzar velocidades cercanas al 2 por ciento [de la velocidad de la luz] después de un año y medio” o “0,5 por ciento [de la velocidad de la luz] después de 1 mes”. A esta velocidad, un vuelo a las estrellas más cercanas durará entre 100 y 200 años, mientras que la sonda Voyager, por ejemplo, necesitaría decenas de miles de años para hacerlo.
Con el fin de impulsar la nave espacial con relativa rapidez a velocidades muchas veces mayores de las que son capaces los sistemas de propulsión modernos, los científicos han centrado su atención en el llamado efecto de “velocidad dinámica” en la atmósfera terrestre. Los pájaros y planeadores suelen utilizar este efecto para ganar velocidad rápidamente.
La maniobra sólo es posible cuando hay dos masas de aire moviéndose con velocidades diferentes. Básicamente, el aparato necesita ingresar a la corriente a una velocidad más alta en contra de su movimiento y hace un bucle de regreso a la corriente más lenta, como lo hacen las aves. Con cada vuelta, la velocidad aumentará hasta que haya un límite en forma de resistencia al contraflujo.
Un efecto similar en la velocidad de las corrientes de partículas del viento solar se observa en el borde heliosférico de nuestro sistema solar, donde las partículas del viento solar chocan con las partículas del medio interestelar. Los científicos creen que una nave espacial con una “vela solar” puede usar repetidamente diferentes flujos de partículas y acelerarse.
“Inspirada en las maniobras de vuelo dinámico realizadas por aves marinas y planeadores en las que se aprovechan las diferencias en la velocidad del viento para ganar velocidad, en la técnica propuesta, una nave espacial generadora de sustentación circula entre regiones de la heliosfera que tienen diferentes velocidades del viento, ganando energía en el proceso. sin el uso de propulsor y solo requisitos modestos de energía a bordo”, dijeron los investigadores en el estudio.
Obviamente, con una “vela solar” común, tal maniobra sería muy difícil, si no imposible. Los científicos han elegido un “ala magnetohidrodinámica”, creada por un sistema de imanes, para desempeñar el papel de “vela”. En otras palabras, las partículas del viento solar serán capturadas por campos magnéticos.
“La técnica puede comprender la primera etapa de una misión de varias etapas para lograr un verdadero vuelo interestelar a otros sistemas solares”, concluyó el estudio.
sk
