La sonda espacial DART no sólo altero la trayectoria, sino también la forma del asteroide Dimorphos

En el año 2022, la sonda espacial DART (Double Asteroid Redirection Test) protagonizó un evento histórico al chocar deliberadamente contra el asteroide Dimorphos, logrando cambiar tanto su trayectoria como su forma. Este no fue un encuentro accidental, sino una misión planeada por la NASA para demostrar nuestra capacidad para defendernos de posibles amenazas procedentes del espacio exterior.

El impacto exitoso de la sonda DART contra Dimorphos marcó un logro significativo en la exploración espacial y en los esfuerzos por salvaguardar nuestro planeta de impactos catastróficos. Originalmente descrito como un “esferoide achatado aproximadamente simétrico”, Dimorphos ha experimentado un cambio drástico en su forma, pasando a parecerse más a una “sandía alargada” o, técnicamente, a un “elipsoide triaxial”.

Los científicos, liderados por Steve Chesley del Jet Propulsion Laboratory (JPL) de la NASA en California, explican que la composición del asteroide es la responsable de este cambio morfológico. Dimorphos se cree que está compuesto por una acumulación de escombros sueltos, desde polvo hasta grava y cantos rodados, lo que le otorga una baja resistencia y una capacidad de deformación mayor que la de un cuerpo sólido monolítico.

Dimorphos orbita alrededor del “asteroide cercano a la Tierra” Didymos, a una distancia de aproximadamente 11 millones de kilómetros de nuestro planeta. Tras el impacto de DART, la duración de su órbita se ha reducido en 33 minutos y 15 segundos, lo que demuestra el impacto significativo del evento en su movimiento orbital.

Shantanu Naidu, ingeniero de navegación del JPL y autor principal del estudio, explicó que el cambio en la forma de Dimorphos fue especialmente dramático debido a la naturaleza de los escombros que formaban parte del objeto.

El próximo paso en el estudio de estos asteroides está programado para finales de 2026, cuando la sonda espacial Hera de la Agencia Espacial Europea (ESA) se acercará para examinar la situación de ambos cuerpos celestes. El lanzamiento de la misión Hera está previsto para octubre de 2024.

Los científicos esperan con gran interés la llegada de Hera, ya que les permitirá comparar sus modelos teóricos con la forma real obtenida por Dimorphos y evaluar cómo ha evolucionado su órbita desde su observación anterior en 2023.

A pesar de la transformación experimentada por Dimorphos, tanto este asteroide como Didymos no representaban una amenaza real para la Tierra, ofreciendo así un alivio en medio de las preocupaciones sobre posibles impactos asteroidales. El éxito de la misión DART nos acerca un paso más a comprender y proteger nuestro planeta de eventos cósmicos potencialmente peligrosos.

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