La victoria del pirata informático ovni: el potencial de Gary McKinnon para revelar secretos gubernamentales sobre la vida extraterrestre
Gary McKinnon, un hacker británico, salió victorioso en su batalla de diez años contra la extradición a los Estados Unidos.
Se enfrentó a cargos de piratear los sistemas informáticos de la NASA, el Pentágono y otras agencias gubernamentales. McKinnon afirmó que descubrió fotografías, videos y otras pruebas de naves extraterrestres secretas en poder de varias entidades gubernamentales de EE. UU. La ministra del Interior británica, Theresa May, decidió bloquear su extradición basándose en la conclusión de los expertos médicos de que McKinnon estaba gravemente enfermo y en riesgo de autolesionarse. Aunque todavía puede enfrentar un proceso judicial en el Reino Unido, es poco probable que se emprendan más acciones legales en su contra. Ahora que la amenaza de extradición ya no se avecina, ¿McKinnon divulgará más sobre el conocimiento del gobierno de los EE. UU. sobre los ovnis y la vida extraterrestre?
Durante sus hazañas de piratería, McKinnon se infiltró por primera vez en el Centro Espacial Johnson de la NASA, donde afirmó haber encontrado una imagen de alta definición de un gran objeto con forma de cigarro sobre el hemisferio norte. Lamentablemente, no pudo guardar la imagen debido al gran tamaño del archivo. En un ataque posterior a los archivos clasificados del Comando Espacial de EE. UU., McKinnon tropezó con referencias a “oficiales no terrestres” y “transferencias de flota a flota”, lo que despertó su curiosidad. Según McKinnon, estos descubrimientos lo llevaron a creer que había una forma de tecnología y presencia fuera del planeta o fuera de la Tierra.
Las revelaciones de McKinnon se alinean con una entrada intrigante en el diario del presidente Ronald Reagan del 11 de junio de 1985. Durante un almuerzo con los mejores científicos espaciales, Reagan expresó su fascinación por el espacio, describiéndolo como la última frontera y destacando los desarrollos en astronomía que parecían ciencia ficción pero eran reales. También mencionó la capacidad del transbordador espacial para orbitar a 300 personas. Sin embargo, considerando que la capacidad máxima de los transbordadores espaciales existentes en ese momento era de ocho personas, el comentario de Reagan planteó dudas sobre la existencia de un programa espacial clasificado capaz de acomodar a cientos de astronautas en órbita.
Con la amenaza de extradición eliminada y el riesgo mínimo de enjuiciamiento, McKinnon ahora podría tener la oportunidad de revelar más detalles sobre sus hallazgos dentro de los archivos informáticos confidenciales del gobierno y el ejército de EE. UU. sobre ovnis y vida extraterrestre. Esto podría arrojar más luz sobre los secretos ocultos y las actividades que rodean a estos sujetos.