Los astronautas de la EEI detectan un resplandor misterioso sobre Europa
El mes pasado, el astronauta francés Thomas Pesquet presenció y fotografió un fenómeno atmosférico poco común y en gran parte inexplorado.
Por unos momentos, el cielo sobre el continente europeo se iluminó con un destello muy brillante, pero nadie en la tierra lo notó. Y si no fuera por los observadores en la ISS, el evento se habría quedado sin espectadores en absoluto.
El destello se atribuyó a fenómenos atmosféricos de gran altitud como “duendes” y “elfos”, surgen en nubes de tormenta y, a menudo, se dirigen hacia arriba, lejos de la superficie de la tierra. Debido a esto, así como debido a las densas nubes, es casi imposible notarlas desde abajo. Durante muchos años, los pilotos que ocasionalmente observaron estos extraños brotes, simplemente nadie les creyó, por falta de evidencia. Pero hoy, con la ISS, todo ha cambiado drásticamente.
La ISS está en una posición privilegiada para actuar como una plataforma para observar tales fenómenos. Primero, vuela por encima de todas las nubes, sobre cuyo fondo oscuro el resplandor es claramente visible. En segundo lugar, desde la estación hay una muy buena vista a gran distancia y las secciones de tormenta son visibles de antemano. En tercer lugar, la EEI cruza constantemente el ecuador, donde estos efectos ocurren con mayor frecuencia. Un problema es que los astronautas a bordo tienen demasiado trabajo que hacer para simplemente observar el cielo, y los destellos son muy cortos y rara vez se ven.