Los bioingenieros han aprendido cómo hacer un material de construcción resistente al fuego a partir de hongos

Investigadores de la Universidad RMIT de Melbourne han desarrollado un nuevo tipo de material resistente al fuego basado en micelio. Esta parte del hongo se encuentra bajo tierra y contiene los componentes esenciales para la supervivencia y el crecimiento del micelio. Es extremadamente tenaz y tiene una serie de mecanismos de protección en situaciones extremas, por ejemplo, durante un incendio forestal.

Al entrar en contacto con el fuego o las altas temperaturas, la capa exterior de micelio se carboniza y se convierte en ceniza, que es un aislante térmico. Cuanto más se calienta el micelio, más espesa y confiable es esta protección, por lo que la mayor parte del micelio sobrevive. Este proceso no causa ningún daño al medio ambiente, ya que los subproductos del metabolismo del micelio son agua y dióxido de carbono.

En la naturaleza, el micelio tiene una forma ramificada compleja, según el entorno en el que creció. Sin embargo, los científicos australianos que utilizan métodos de bioingeniería han aprendido a cultivar placas planas y homogéneas a partir de micelio. De esta forma, se pueden usar como componentes prefabricados para la protección contra incendios o como espacios en blanco para el aislamiento térmico de varios objetos.

Menos micelio en una tasa de crecimiento baja: la fabricación de algo a partir de él se retrasará durante mucho tiempo. Pero como materia prima, puede utilizar los desechos de las granjas donde se cultivan hongos.

 

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