Los científicos han aprendido a determinar la dirección de la mirada de una persona por el crujido de sus oídos.
Hace cinco años, investigadores de la Universidad de Duke descubrieron que los movimientos oculares van acompañados de un “crujido” débil, casi inaudible, en los oídos. A medida que mueves la mirada hacia otro objeto, el sonido cambia. Todo esto ayudó a los científicos a desarrollar una técnica para determinar lo que ve una persona analizando estos sonidos.
No son audibles para los humanos, por lo que para grabarlos se necesita un micrófono especial de alta sensibilidad instalado en el oído. Según la profesora Jennifer Groh, la causa de los sonidos es el movimiento de los ojos, que hace que el cerebro contraiga los músculos del oído medio. Al mismo tiempo, cuando los ojos se mueven, los sonidos fuertes se amortiguan y cuando los músculos del oído medio se contraen, los sonidos suaves se amplifican.
Las suposiciones de los científicos se confirmaron durante una serie de experimentos en los que participaron 16 voluntarios. Como resultado, los investigadores aprendieron a determinar mediante el sonido en los oídos qué objeto estaba en el centro de atención de los sujetos, así como a identificar con precisión los sonidos en el proceso de cambiar la mirada de un objeto a otro.
El equipo confía en que un dispositivo que funcione según este principio ayudará a comprender mejor el mundo que nos rodea. Con su ayuda será posible ajustar la sensibilidad auditiva en función del objeto que estemos mirando.