Los científicos han desarrollado un ladrillo “espacial” que se puede hacer con tierra y papas
La carrera espacial actual va en varias direcciones a la vez. Uno de ellos es la creación de materiales de construcción a partir de los cuales se construirán casas en otros planetas.
Un equipo de científicos de la Universidad de Manchester (Reino Unido) presentó su versión de un ladrillo “espacial” a partir de un material llamado StarCrete.
Durante las pruebas, el producto mostró características impresionantes: una resistencia a la compresión de 72 MPa (734,2 kg / cm2), que es el doble que la del hormigón ordinario, y StarCrete de regolito lunar puede soportar una presión de 91 MPa (928 kg / ver cuadrados).
La apuesta por los materiales de construcción extraterrestres “locales” se explica fácilmente: simplemente no es posible entregar la cantidad requerida desde la Tierra debido a los costos de transporte exorbitantes y la capacidad de carga limitada de la nave espacial. Según los científicos, la mejor opción son las materias primas locales con la adición de ingredientes terrenales “importados”.
StarCrete es una mezcla de suelo marciano simulado, almidón, una pequeña cantidad de sal y cloruro de magnesio, que se encuentran en abundancia en la superficie de Marte. El material aglutinante de la mezcla es el almidón, que, por cierto, se puede obtener de las papas fritas ordinarias. Según los cálculos de los investigadores, 25 kg deberían ser suficientes para 213 ladrillos.
Para traducir sus ideas en realidad, los investigadores crearon la startup DeakinBio. Dado que las expediciones a la Luna y Marte aún no están muy lejos, pero el futuro, ya se ha encontrado un uso bastante terrestre para el hormigón estelar respetuoso con el medio ambiente.
Mientras que la producción de hormigón y cemento representa alrededor del 10 % de las emisiones de CO2, las patatas cultivadas para la producción de StarCrete podrían, por el contrario, absorber su exceso del aire circundante.