Los científicos han descubierto cómo los camellos se las arreglan para vivir sin agua durante semanas
Los hallazgos arqueológicos confirman que las personas domesticaron el camello hace más de 3000 años. Todo este tiempo fueron y siguen siendo compañeros humanos, proporcionándole carne, leche, lana.
Pero quizás la virtud más importante del camello es su resistencia y capacidad únicas para pasar semanas sin agua, que es tan importante en las regiones áridas de nuestro planeta.
La naturaleza ha hecho todo lo posible para hacer del camello un “vehículo todoterreno” viviente del desierto. Gracias al diseño especial de la nariz, puede extraer la humedad del aire, mientras que la composición de su sangre cambia y el animal resiste mejor la deshidratación.
Una vez en la fuente de agua, el camello es capaz de beber varios cientos de litros en pocos minutos, que luego asimila lentamente, lo que ayuda a evitar el choque osmótico. Al mismo tiempo, su temperatura corporal puede fluctuar en un amplio rango de 31 a 41 ° C, lo que también ayuda a resistir el calor del desierto. Los riñones de camello también funcionan de manera especial, absorbiendo el agua al máximo y también “volcando” las sales que contiene en la orina en la mayor medida posible.
Un equipo de científicos de la Universidad de Bristol, dirigido por el fisiólogo Fernando Alvira Iraisos, estudió cuidadosamente los genes expresivos en las células de los camellos árabes, que llevaban mucho tiempo sin agua y acababan de saciar su sed.
Resultó que los genes que afectan la expresión en camellos deshidratados, muy probablemente implicados en la supresión del colesterol graso en las células renales. Los científicos midieron los niveles de colesterol en las membranas plasmáticas de los riñones en animales sedientos y los compararon con camellos de un grupo de control. Los resultados mostraron que el nivel de colesterol en los riñones de los animales “sedientos” era más bajo.
Esto confirmó la corazonada de los investigadores: la deshidratación ayuda a neutralizar el colesterol, lo que permite que los camellos retengan más agua en los riñones.
El equipo está estudiando actualmente las características cerebrales de los camellos, lo que abre la posibilidad de estudiar la respuesta genética a la deshidratación en otros habitantes del desierto, en particular, los jerbos.