Los jardines forestales con plantas comestibles podrían ser la clave para un futuro sostenible
Nuestra supervivencia futura podría estar en los jardines forestales.
En los primeros años de la década de 1900, los humanos comenzaron a implementar la práctica de la agricultura de un solo cultivo, también conocida como monocultivo. Esto es perjudicial para el suelo ya que sin rotar los cultivos de cosecha, los nutrientes dentro del suelo se agotan gradualmente y se vuelven obsoletos.
Para contrarrestar esto, la sociedad introdujo fertilizantes que fomentaron un mayor daño al ecosistema como resultado de los compuestos químicos nocivos presentes en estas sustancias. Antes de estas malas prácticas por parte del hombre, a la naturaleza le estaba yendo bien, ya que los medios prehistóricos cooperaron con ella.
Recientemente, un grupo de individuos ahora está siguiendo los pasos de sus contrapartes prehistóricas y están comenzando a cosechar los beneficios de la naturaleza. Están implementando jardines forestales que emulan los ecosistemas naturales que a su vez también están restaurando el suelo junto con sus nutrientes.
El pionero británico de la jardinería forestal, Martin Crawford, afirma que la práctica de tener plantas anuales para la producción de alimentos está lejos de ser normal. De hecho, este fenómeno rara vez ocurre dentro de la naturaleza. Continuó afirmando que tener sistemas forestales o semi-forestales son mucho más adecuados para el ecosistema natural de la naturaleza.
El sistema de jardín forestal recientemente implementado es similar a los ecosistemas naturales en el sentido de que las plantas son perennes, tienen una larga vida útil y también se vuelven a sembrar. Dentro del jardín hay varios niveles, cada uno con un rol diferente, ejemplos son: ofrecer sombra, apoyo, nutrición y protección contra el viento.
Estos niveles tienden a consistir en una amplia variedad de fauna, como árboles de copa alta, árboles más cortos, arbustos, arbustos y enredaderas. Para comenzar efectivamente un jardín forestal, se necesita invertir mucho tiempo. Sin embargo, todo esto valdrá la pena al final ya que el jardín forestal se cuidará solo en los próximos años. El único trabajo que queda sería cosechar lo que se ha sembrado.
La diversidad del jardín forestal le permite ser muy resistente frente a las condiciones climáticas más duras e impredecibles. Continuó afirmando que los patrones climáticos del futuro estarán en un estado similar y, como tal, tener un jardín forestal podría ser muy beneficioso en tales circunstancias. Crawford comenzó su viaje por el jardín forestal en el año 1994, con solo un campo plano. Desde entonces, su trabajo se ha transformado en un floreciente, exuberante y hermoso jardín que ahora alberga más de quinientas plantas comestibles. Afirma que ahora se cuida solo, que requiere solo unas pocas horas de mantenimiento cada mes.
Un jardín forestal con 500 plantas comestibles: