Lue Elizondo “CIA y la Fuerza Aérea han obstaculizado los esfuerzos para transferir tecnología no humana a instalaciones de investigación como Bigelow Aerospace”
Un revelador testimonio ante el Congreso detalla la recuperación de naves y materiales exóticos, desatando el debate sobre la transparencia gubernamental en el fenómeno UAP.
En un desarrollo sin precedentes, Luis D. Elizondo, exdirector del Programa de Identificación de Amenazas Aeroespaciales Avanzadas (AATIP) del Departamento de Defensa de EE.UU., ha confirmado en una respuesta oficial al Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes que el gobierno estadounidense y contratistas de defensa poseen tecnología de origen no humano. Estas impactantes declaraciones, respaldadas por documentos oficiales del Pentágono, plantean interrogantes sobre la investigación y el uso de materiales exóticos recuperados.
Confirmaciones impactantes sobre tecnología no humana
Elizondo respondió a una serie de preguntas del Comité, revelando información que hasta ahora se había mantenido en secreto. Cuando se le preguntó si el gobierno o sus contratistas poseen tecnología derivada de una fuente no humana, su respuesta fue clara:
“Sí.”
Según el exfuncionario, AATIP trabajó con altos ejecutivos de la industria aeroespacial que afirmaban poseer materiales exóticos recuperados. Dichos materiales, que no fueron fabricados por ningún país conocido, fueron examinados por el programa en un esfuerzo por comprender sus propiedades. Un documento desclasificado de la Oficina de Prepublicación y Revisión de Seguridad (DOPSR), fechado en septiembre de 2023, avala estas afirmaciones.
Naves recuperadas y entidades biológicas
En una de las respuestas más impactantes, Elizondo aseguró que el gobierno de EE.UU. ha recuperado “varios” vehículos de origen no humano en incidentes documentados. Añadió que en algunos casos se encontraron muestras biológicas en el lugar de los accidentes, aunque no pudo confirmar si estos organismos estaban vivos o en qué condiciones fueron hallados.
Estas declaraciones avivan la controversia sobre el encubrimiento gubernamental en torno a los UAP y la posible existencia de vida no humana en interacción con la Tierra.
Resistencia dentro del gobierno y obstrucciones
Elizondo también reveló que ciertos sectores dentro de la CIA y la Fuerza Aérea han obstaculizado los esfuerzos para transferir tecnología no humana a instalaciones de investigación como Bigelow Aerospace. La información sobre estos materiales ha sido objeto de lo que describió como “terrorismo administrativo”, que incluye represalias contra aquellos que buscan transparencia en el tema UAP.
Según su testimonio, tanto la CIA como la Fuerza Aérea han implementado estrategias de supresión, que van desde la vigilancia y el acoso hasta amenazas de muerte dirigidas a “denunciantes” involucrados en la investigación.
Hipótesis: ¿Extraterrestres o seres interdimensionales?
Otra de las revelaciones que genera debate es la teoría de que los UAP podrían no provenir de otros planetas, sino de dimensiones alternas. Según varios científicos que trabajaron con AATIP, estos fenómenos podrían estar relacionados con principios avanzados de la física cuántica y la conciencia humana.
Además, el testimonio destaca la posible relación entre la actividad UAP y los cuerpos de agua, lo que podría indicar un origen vinculado a los océanos terrestres. Con solo un 26,1% del fondo marino global cartografiado con tecnología moderna, esta teoría abre nuevas vías de investigación.
Un llamado a la transparencia
El testimonio de Elizondo marca un punto de inflexión en el debate sobre los UAP. Sus declaraciones confirman lo que durante décadas ha sido objeto de teorías conspirativas: el gobierno de EE.UU. ha recuperado tecnología y material biológico de origen no humano, y ciertos sectores han trabajado activamente para mantenerlo en secreto.
A medida que el Congreso investiga estas afirmaciones, crece la presión para que el gobierno revele lo que sabe sobre los UAP. La transparencia en este tema podría cambiar nuestra comprensión del universo y nuestra posición en él.
El mundo ahora observa y espera respuestas.
