Misterio en Gleeson: Testimonio de Avistamientos de OVNIs en 1968
Pearl Christiansen, una respetable maestra de escuela jubilada de 71 años, residente de la pequeña ciudad minera de Gleeson desde 1920, se convirtió en testigo de uno de los fenómenos más enigmáticos en la historia de esta comunidad. En el año 1968, la tranquila noche en Gleeson se vio interrumpida por la presencia de objetos voladores no identificados (OVNIs) que dejaron a la comunidad desconcertada.

Pearl Christiansen, de 71 años, de Gleeson, describe un OVNI que vio en octubre de 1968: “Parecía como si hubiera un tren de luces arrastrándose desde un lado”, dijo. “Cuando pasé por otra puerta, vi el segundo objeto: muy brillante y dorado. … De vez en cuando ambos brillarían simultáneamente”.
Christiansen, con una mente aguda y la experiencia de vivir en Gleeson durante casi cinco décadas, presenció el evento que marcó su vida. La noche en cuestión, observó con asombro varios OVNIs flotando sobre el cercano Browns Peak. Lo que hace que su testimonio sea aún más intrigante es que describió estos objetos con detalles sorprendentes y presentó algunas pruebas que respaldaban sus afirmaciones.

Según el relato de Christiansen, los OVNIs se mantuvieron en el cielo durante aproximadamente cuatro horas. “Parecía como si hubiera un tren de luces saliendo de un lado”, describió. Uno de los objetos voladores que observó presentó una secuencia de colores deslumbrantes: “Había una banda roja que se volvió de color vino, luego se volvió violeta, y varios minutos después era dorada”.

Lo que resulta notable en esta historia es la falta de miedo de Christiansen ante la presencia de estos misteriosos objetos. En sus propias palabras, “Estaba felizmente emocionada por la belleza de la cosa. Nunca tuve miedo. No tenía miedo, solo estaba emocionada”.

William Mayfield, operador del museo Gleeson, examina una roca muy quemada que se encontraba entre los cactus quemados en el sitio del OVNI en octubre de 1968. La roca estaba demasiado caliente para tocarla incluso 48 horas después del incidente, dijo Mayfield. Informó de un “olor extraño, parecido al ácido” después del evento. “No hay nada como el olor de nuestros combustibles”. Dan Tortorell / Tucson Citizen 1968
Sin embargo, el enigma no se detiene aquí. Testigos adicionales informaron que los OVNIs dejaron marcas de quemaduras en la ladera de una montaña local. William Mayfield, el director del Museo Gleeson, examinó las rocas y cactus quemados en el área, y reveló que la temperatura de la roca quemada era tan alta que era imposible tocarla incluso 48 horas después del incidente. Además, se describió un “olor extraño, parecido al ácido”, que no se asemejaba en nada al olor de los combustibles convencionales.

Mirando hacia abajo desde Brown’s Peak cerca de Gleeson, Arizona, en octubre de 1968. Los testigos alegaron que varios OVNIs flotaron sobre el pico durante horas a altas horas de la noche, dejando patrones de quemaduras erráticos y olores ácidos. “Parecieron retroceder hacia el valle detrás del pico”, dijo Pearl Christiansen.
Las especulaciones sobre las causas de las áreas quemadas surgieron, incluyendo la posibilidad de que fueran el resultado de extraños rituales llevados a cabo por un “campamento hippie” cercano. Sin embargo, estas teorías no lograron proporcionar una explicación convincente para los eventos presenciados por Christiansen y otros testigos.

Pearl Christiansen, de 71 años, de Gleeson, habla de haber visto un OVNI en octubre de 1968. “Estaba felizmente emocionada por la belleza de la cosa”, dijo. “Nunca tuve miedo. No tenía miedo, solo estaba emocionado”. Dan Tortorell / Tucson Citizen 1968
Se realizaron investigaciones en la base militar más cercana, la instalación del ejército estadounidense en Ft. Huachuca, pero un periodista que preguntó sobre el incidente fue remitido a la Fuerza Aérea, lo que añadió un nivel adicional de misterio a este caso no resuelto.

Pearl Christiansen, de 71 años, de Gleeson, habla de haber visto un OVNI en octubre de 1968. “Había una banda roja que se volvió de color vino y luego violeta”, le dijo al Tucson Citizen. “Varios minutos después era oro”. Tucson Citizen 1968
Hoy en día, Gleeson, Arizona, es poco más que una ciudad fantasma en medio de los desiertos secos de Arizona, pero el relato de Pearl Christiansen y los avistamientos de OVNIs en 1968 siguen siendo un enigma sin respuesta, un misterio que perdura en la historia de esta comunidad minera que alguna vez fue bulliciosa. ¿Qué eran esos objetos voladores no identificados? ¿Por qué dejaron marcas de quemaduras en la montaña? Estas preguntas continúan sin respuesta, manteniendo viva la intriga en torno a uno de los eventos más enigmáticos en la historia de Gleeson.


Archivos de casos de evidencia de rastreo de ovnis, Gleeson, Arizona – 26 de agosto de 1968
Con informacion de Blackvault
