Misteriosos drones desafían la Seguridad de Bases Militares Clave en el Reino Unido: Incidentes en la RAF Marham y otras instalaciones estratégicas revelan vulnerabilidades críticas

En un episodio que ha desconcertado a autoridades militares y expertos en defensa, una serie de avistamientos de drones no identificados sobre bases aéreas estratégicas en el Reino Unido —incluyendo la RAF Marham, hogar de los avanzados cazas F-35 Lightning— ha expuesto graves fisuras en los protocolos de seguridad. Documentos obtenidos mediante solicitudes de Libertad de Información y testimonios de testigos revelan que, entre noviembre y diciembre de 2024, estas aeronaves no autorizadas eludieron sistemas de detección, interrumpieron operaciones críticas y obligaron al gobierno británico a convocar reuniones de emergencia del COBRA. A más de un año de los hechos, ni el Ministerio de Defensa ni las fuerzas estadounidenses desplegadas en suelo británico han ofrecido explicaciones concluyentes, alimentando teorías que van desde espionaje extranjero hasta fenómenos aéreos no convencionales.

Incidentes en la RAF Marham: Una Amenaza en las Sombras

El 26 de noviembre de 2024, un guardia de seguridad en la RAF Marham alertó sobre una luz anómala cerca de la pista principal, descrita como “similar a un dron”. Aunque los controladores en la torre no lograron visualizarla físicamente, sensores de la base detectaron contactos no identificados en el espacio aéreo circundante. La situación se tornó crítica cuando dos F-35, con apenas quince minutos de combustible, se preparaban para aterrizar. Ante la imposibilidad de descartar una amenaza, se evaluó desviarlos a las bases de Lakenheath y Coningsby, pero esta última reportó, minutos después, su propia crisis con drones.

Los pilotos, siguiendo protocolos de emergencia, lograron aterrizar sin incidentes, pero el episodio dejó al descubierto la vulnerabilidad de instalaciones diseñadas para albergar tecnología militar de vanguardia. “Ningún equipo nuestro pudo derribarlos ni localizarlos”, admitió una fuente anónima al Daily Mail, refiriéndose a incidentes paralelos en Lakenheath, donde se sospecha que se almacenan armas nucleares estadounidenses.

Testimonios Civiles y Evidencia Visual

Joe Hill, residente en Narborough, Norfolk, proporcionó uno de los relatos más detallados. Esa misma noche, Hill observó desde su hogar un objeto con forma de orbe, emitando pulsos rojos y azules, suspendido sobre la RAF Marham. “Era demasiado alto para estimar su tamaño, pero se movía con lentitud deliberada”, describió en entrevista con Liberation Times. Su video, capturado con un teléfono móvil, muestra el objeto junto a helicópteros y cazas que parecían monitorearlo, aunque la baja resolución impide un análisis concluyente.

Hill no fue el único testigo. En diciembre de 2024, pilotos del Escuadrón 617 reportaron tres drones no identificados volando entre 18,000 y 23,000 pies cerca de Norwich, obligando a los F-35 a modificar su ruta. Los informes, obtenidos por el investigador independiente ‘RGH’, destacan un patrón recurrente: las aeronaves intrusas operaban sin transpondedores, evitaban radares convencionales y, en varios casos, activaban luces solo al aproximarse a zonas restringidas.

Implicaciones Estratégicas y la Sombra de Rusia

La cadena de eventos no se limitó al Reino Unido. Bases estadounidenses en Alemania (Ramstein) y Estados Unidos (Nueva Jersey, Ohio) enfrentaron situaciones similares semanas después, llevando al cierre temporal de su espacio aéreo. Expertos en defensa, como el analista Paul Freeman, señalan que la sofisticación de estos drones —capaces de evadir sistemas antiaéreos— sugiere el respaldo de un estado-nación. “Las tácticas coinciden con ejercicios de reconocimiento o sabotaje psicológico, y Rusia tiene antecedentes en este tipo de operaciones”, afirmó en un informe para The Aviationist.

Sin embargo, la falta de pruebas contundentes ha abierto la puerta a especulaciones más amplias. ¿Podrían ser pruebas de tecnología secreta aliada? ¿O, como sugieren círculos ufológicos, se trata de fenómenos aeroespaciales no identificados (UAP) que desafían la comprensión convencional? El Ministerio de Defensa británico se ha limitado a reiterar que “toma el asunto en serio”, pero evita comentar sobre “avistamientos específicos o seguridad operativa”.

Un Rompecabezas Sin Resolver

Los incidentes en la RAF Marham y otras bases han dejado más preguntas que respuestas. Mientras activistas como Palestine Action demuestran la permeabilidad de instalaciones militares (como el incidente de Brize Norton en 2025), la incapacidad para interceptar estos drones subraya un dilema mayor: en un mundo donde la tecnología de vigilancia y ataque se miniaturiza, incluso las superpotencias parecen estar un paso atrás. La presión sobre los gobiernos para transparentar investigaciones crece, pero hasta entonces, las incursiones de 2024-2025 seguirán siendo un recordatorio inquietante de los límites de la defensa moderna.

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