Museo en Inglaterra ha dejado perplejos a visitantes y curiosos, quienes especulan sobre la presencia de un posible fantasma capturado por la cámara.
Un misterioso avistamiento en el Museo del Castillo de York ha dejado perplejos a visitantes y curiosos, quienes especulan sobre la presencia de un posible fantasma capturado por la cámara.
Ryan y su novia Nicole, procedentes de Bradford, visitaron el museo el martes 21 y miércoles 22 de febrero. Durante su recorrido por el Castillo, ubicado en Tower Street, capturaron una serie de fotografías que luego revisaron en casa. Fue entonces cuando Ryan quedó impactado al descubrir una imagen intrigante tomada en la exhibición de la prisión del museo.
La fotografía revela lo que parece ser la figura de un niño pequeño caminando en dirección a la derecha, o posiblemente hacia una pared, vistiendo botas y calzas. Ryan compartió su experiencia al respecto, afirmando: “Parece un niño pequeño caminando hacia la derecha, o tal vez hacia la pared, con botas y calzas”. Sin embargo, durante su visita al museo, no percibieron ninguna presencia inusual en ese momento.
Aunque inicialmente pensó que podría ser una sombra, Ryan descartó esa posibilidad al no encontrar explicación para la imagen. “Puedo distinguir lo que podría ser su cintura y parte de su rostro”, agregó. La impresión que causó la imagen fue tan impactante que incluso su padre, John, conocido por su escepticismo, se vio intrigado.
El Museo del Castillo de York, con una historia que se remonta al siglo XVIII como prisión para hombres y mujeres, alberga relatos de figuras históricas como el infame bandolero Dick Turpin. Ryan mencionó que durante su visita a la exhibición, descubrió detalles sobre reclusas que dieron a luz en cautiverio, lo que añade un aura de misterio al entorno.
La atmósfera del museo, especialmente en la prisión y el patio, provocó sensaciones inquietantes en Ryan y Nicole, quienes admitieron sentir una extraña presencia, aunque no esperaban un encuentro sobrenatural durante su visita.
Se debe considerar que el efecto pareidolia, un fenómeno psicológico que hace que percibamos patrones significativos, como caras o figuras humanas, en estímulos aleatorios, podría haber jugado un papel en la interpretación de la fotografía. Además, la variación en las tonalidades del muro del museo podría haber contribuido a la confusión de los visitantes.
El avistamiento ha despertado debates sobre lo paranormal y ha generado un interés renovado en las historias y leyendas que rodean al Museo del Castillo de York. Aunque las explicaciones pueden variar, la imagen capturada por Ryan sigue siendo un enigma que desafía la comprensión racional y alimenta la fascinación por lo inexplicable.