¿Nos vigilan los extraterrestres para evitar nuestra autodestrucción? Teoría que señalan algunos investigadores
Desde hace décadas, la pregunta sobre la existencia de vida extraterrestre ha fascinado a la humanidad. Ahora, un nuevo estudio aporta evidencia inquietante sobre la posible conexión entre los avistamientos de OVNIs y el arsenal nuclear de Estados Unidos.
OVNIs y el inicio de la era nuclear
Todo comenzó en 1945, cuando Estados Unidos detonó su primera bomba atómica en el Trinity Site. Desde entonces, testigos militares y científicos han reportado numerosos avistamientos de OVNIs cerca de instalaciones nucleares. Estos informes, a menudo desestimados por escépticos como errores de equipo o recuerdos imprecisos de la guerra, persisten no solo en EE. UU., sino también en países como India y Rusia.
Un reciente estudio, liderado por el sargento retirado de la Fuerza Aérea de los EE. UU., Larry Hancock, y el analista de datos del Proyecto Galileo de Harvard, Ian Porritt, ha analizado más de 500 de los casos de OVNIs más confirmados entre 1945 y 1975. Los hallazgos sugieren que estas inteligencias entienden la energía atómica y las armas nucleares, indicando una vigilancia metódica del desarrollo nuclear de EE. UU.
Un análisis exhaustivo
El equipo de investigación se centró en informes oficiales de avistamientos de OVNIs, evitando aquellos mal fundamentados. Sus análisis incluyeron casos con múltiples testigos y pruebas reveladoras, como el radar. Utilizando informes de bases militares no nucleares y centros civiles cercanos como grupos de control, los investigadores confirmaron que los OVNIs tenían un interés particular en los sitios nucleares.
Uno de los hallazgos clave es que los avistamientos de OVNIs se trasladaron de los sitios de fabricación de bombas a silos de misiles y bases aéreas a medida que avanzaba la carrera armamentista durante la Guerra Fría. Esto sugiere que los OVNIs estaban monitoreando el progreso y despliegue de las armas nucleares.
Casos emblemáticos
El estudio destaca varios casos emblemáticos, como el incidente del 16 de marzo de 1967 en la Base de la Fuerza Aérea de Malmstrom, Montana, donde testigos informaron que diez misiles nucleares fueron desactivados por un OVNI. Este incidente fue confirmado por el Comando Aéreo Estratégico de Estados Unidos y se ha vuelto central en las demandas del Congreso para una mayor desclasificación de datos militares sobre OVNIs.
Otro caso notable ocurrió el 21 de mayo de 1949, cuando empleados del complejo de producción nuclear de Hanford, Washington, avistaron un OVNI con “forma de disco plateado” flotando sobre la planta. El objeto fue rastreado simultáneamente en el radar y un caza F-82 fue enviado para interceptarlo, sin éxito.
Conclusiones inquietantes
La investigación de Hancock y Porritt sugiere que los OVNIs estaban interesados no solo en las instalaciones nucleares de EE. UU., sino que también parecían comprender el contexto y el ciclo de desarrollo de las armas atómicas. La frecuencia y naturaleza de los avistamientos, especialmente alrededor de los misiles balísticos intercontinentales en la década de 1960, respalda la teoría de que estas inteligencias estaban monitoreando de cerca el arsenal nuclear.
Los investigadores planean ampliar su análisis hasta la actualidad, aunque enfrentan obstáculos debido a la falta de informes oficiales recientes tras el cierre del Proyecto Libro Azul de la Fuerza Aérea en 1969.
El estudio realizado por Hancock y Porritt aporta evidencia significativa sobre la conexión entre los OVNIs y las instalaciones nucleares de EE. UU. Si bien aún quedan muchas preguntas por responder, estos hallazgos sugieren que los OVNIs podrían estar vigilando nuestros desarrollos nucleares, posiblemente para evitar una catástrofe. La vigilancia metódica y el aparente conocimiento sobre las armas atómicas indican que estamos siendo observados por inteligencias avanzadas, ya sean extraterrestres o de origen desconocido.
