Operación de Silencio en Varginha: Nuevos Testimonios Revelan la Intervención Militar Tras la Captura de un Ser Extraterrestre en 1996
En una entrevista exclusiva, el documentalista James Fox detalla el relato del neurocirujano que examinó a la criatura y describe la irrupción de las fuerzas armadas brasileñas, la confiscación del ser aún vivo y la posterior negativa de la CIA a desclasificar información sobre vuelos estadounidenses en la zona.
El incidente de Varginha, ocurrido en Brasil en enero de 1996, permanece como uno de los casos ovni más intrigantes y mejor documentados de la historia. Más de un cuarto de siglo después, nuevas declaraciones aportan una perspectiva escalofriante y minuciosa sobre lo que pudo haber sucedido tras la presunta captura de uno o más seres biológicos extraterrestres. En una reciente entrevista con el periodista de investigación Ross Coulthart, el reconocido documentalista James Fox ha expuesto detalles inéditos, basados en el testimonio directo de un médico que interactuó con la criatura, revelando una operación de encubrimiento orquestada por militares y sellada con amenazas.
“The military burst in and took the (alien) being”
James Fox recounts the doctor’s story of trying to treat the alien before the Brazilian military took it away and adds that some witnesses claim the U.S. military was involved too. 😳 pic.twitter.com/JaHJUKs9cz
— Astral🛸 (@The_Astral_) November 4, 2025
El Examen Médico: Una Experiencia Abrumadora
Según la narración de Fox, un neurocirujano—cuyo testimonio ha sido verificado de forma independiente—fue llevado a un hospital local para examinar a una entidad biológica no humana. El profesional describió la experiencia como física y emocionalmente abrumadora, con una sensación comparable a ser “arrastrado” hacia la habitación donde yacía el ser. James Fox, en su búsqueda por documentar cada detalle sensorial, recogió la descripción de un encuentro breve pero intensamente vívido. El médico, actuando bajo su juramento ético, intentó evaluar las condiciones del ser, el cual se encontraba con vida pero en un estado de visible vulnerabilidad. Este examen, sin embargo, fue interrumpido de manera abrupta y dramática.
La Irrupción Militar y la Confiscación del Ser
Transcurridos aproximadamente cuatro minutos del examen, el médico salió momentáneamente de la sala para realizar una gestión. En ese preciso instante, un contingente del ejército brasileño irrumpió en las instalaciones. Su operación fue rápida, precisa y autoritaria. Los militares tomaron posesión del ser vivo, lo sacaron del recinto y, acto seguido, amenazaron explícitamente a todos los testigos presentes, incluyendo al personal médico, con graves represalias si divulgaban lo ocurrido. La misión culminó con la partida inmediata de las fuerzas con la entidad biológica, dejando tras de sí un manto de silencio y temor.
¿Intervención Extranjera? La Sombra de los Estados Unidos
Ross Coulthart precisó en la conversación que, en esta fase inicial, la operación fue ejecutada exclusivamente por el ejército de Brasil, sin la presencia visible de oficiales estadounidenses. No obstante, Fox aclaró que otros testigos del evento han afirmado, en declaraciones posteriores, haber tenido contacto con personal de los Estados Unidos en fases más avanzadas del operativo. Esta distinción es crucial, ya que sugiere una dinámica en la que el control local inicial pudo haber dado paso a una participación internacional, un patrón recurrente en la ufología moderna.
El Rastro Perdido: De Varginha a la Clasificación de la CIA
El destino final del ser tras su salida del hospital ha sido objeto de intensa especulación. Fox indicó que, según su investigación, la criatura fue trasladada a la ESA (Escola de Sargentos das Armas) y, posteriormente, a instalaciones en Campinas. Para rastrear una posible exportación del ser, el equipo del documentalista recurrió a un testigo clave: un controlador aéreo que declaró bajo juramento que un avión de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos (USAF) aterrizó en la región sin la autorización formal del gobierno brasileño, permitido únicamente tras la intervención personal de un alto funcionario local.
Para verificar este extremo, se presentó una solicitud formal bajo la Ley de Libertad de Información (FOIA) de EE.UU., requiriendo los datos de todos los vuelos estadounidenses a Brasil entre el 13 y el 27 de enero de 1996. La respuesta, gestionada durante tres años, llegó desde la Agencia Central de Inteligencia (CIA). La institución denegó la solicitud, invocando razones de seguridad nacional y clasificando toda la información al respecto, bloqueando así cualquier posibilidad de verificación oficial y alimentando las sospechas de un encubrimiento a alto nivel.
