“Operación Platillo” Cuando la fuerza aérea Brasileña por primera vez se involucra en un caso ufologico que daño físicamente a residentes en Colares
La Operação Prato (portugués para “Operación Platillo”) fue la primera operación realizada por la FAB (Força Aérea Brasileira) la cual se centró principalmente en Ovnis. Se llevó a cabo entre los años 1977 y 1978
En 1977, numerosos Ovnis fueron vistos en la ciudad brasileña de Colares, Pará.
Los Ovnis presuntamente dispararon haces de luces a aproximadamente 400 personas, succionando sangre y causándoles heridas.
Debido a las formas de las cicatrices de los afectados, los residentes locales les nombraron “Chupa Chupa”. Después de un aumento de la preocupación local, José Ildone Favacho Soeiro, el alcalde de la ciudad, pidió ayuda a la Fuerza Aérea, organizando vigilas nocturnas y utilizando fuegos artificiales para mantener a las presuntas luces alejadas.
Aquí se muestran las fotos oficiales de los ovnis Chupa-chupa chupadores de sangre tomados por militares brasileños que atacaron a más de 400 individuos en la isla de Collores.
También se han reportado avistamientos más recientes de Ovnis en la ciudad cercana de Vigia.
La Historia
En 1977, se lanzó una investigación conocida como Operación plato para investigar una serie de incidentes reportados desde la ciudad brasileña de Colares. Los lugareños del área afirmaron que hubo numerosos casos de objetos brillantes de diferentes tamaños y colores que zumbaban bajo las copas de los árboles y disparaban rayos de luz brillante sobre personas indefensas en el suelo.
Se informó que estos rayos de luz infligieron una buena cantidad de daño en aquellos en el extremo receptor, incluyendo marcas de punción, quemaduras y lesiones, y aquellos que afirmaron haber sido golpeados por las armas misteriosas informaron que ser golpeado por la luz se sentía como un peso pesado empujó bruscamente contra su pecho.
Los haces de luz se describieron como de unos siete u ocho centímetros de diámetro y de color blanco puro. y se dijo que cuando golpeaban a las víctimas tratarían de gritar pero que no saldría ningún sonido. Se describió que las vigas se sentían muy intensamente calientes, como un cigarrillo presionado en la carne. Se dice que muchas de las víctimas de estos ataques de rayos de luz experimentan un enrojecimiento intenso de la piel similar a las lesiones por radiación, y se dice que pierden su cabello y exhiben un aumento del ennegrecimiento de la piel con el tiempo.
Estos platillos voladores desbocados eran conocidos por los lugareños como el “chupa-chupa” y el pánico comenzó a aumentar, con mucha gente alejándose del área por completo para escapar de la embestida de otro mundo.
En algunos casos, los ocupantes de los ovnis fueron vistos realmente, y fueron descritos como criaturas diminutas de alrededor de 3 a 4 pies de altura. Se llamó a la Fuerza Aérea Brasileña (FAB) para investigar qué estaba sucediendo, y se instigó la Operación Platillo.
La investigación supuestamente culminaría en un informe de 2.000 páginas con testimonios de testigos oculares, alrededor de 500 fotografías y 16 horas de imágenes que supuestamente documentan el fenómeno. En el transcurso de la investigación, se afirma que varios miembros del personal militar sufrieron crisis nerviosas o mostraron una variedad de problemas mentales.
A pesar de todo esto, los militares dudaron en atribuir el fenómeno a los extraterrestres o los ovnis, lo que provocó una gran cantidad de especulaciones. Algunos parecen pensar que este fue un caso de un área que se utiliza como campo de prueba para aviones experimentales, pero otros se mantienen firmes de que se trata de extraterrestres o de otras entidades no humanas. Una de las doctoras que examinó a muchos de los pacientes que sufrían los “ataques extraterrestres”, una Dra. Carvalho, luego afirmó que los funcionarios la habían alentado fuertemente a minimizar las lesiones y atribuir todo a las alucinaciones. Incluso afirma que vio uno de los ovnis, describiéndolo como un objeto brillante, en forma de cono o cilíndrico.
Más tarde, según el relato del capitán Uyrangê Bolivar Soares Nogueira de Hollanda Lima, comandante de toda la operación, se hizo evidente que muchos de los hombres en el caso se habían vuelto locos o habían sido superados por un miedo incontrolable. También reveló que algunos testigos informaron que se encontraron cara a cara con los seres, que vestían alguna forma de ropa protectora y dispararon rayos de colores.
Hubo muchos informes que también hablaron de ovnis que emergieron de las profundidades del mar durante el tiempo, lo que tal vez sugiere que se basaron bajo el agua. El capitán Hollanda habría sido encontrado muerto en su casa bajo circunstancias misteriosas poco después de hacer estas afirmaciones.
¿Fue Brasil el escenario de un ataque de otro mundo? Justo lo que está pasando aquí? Aparte de la pura calidad de película de todo el asunto, algunos elementos parecen bastante extraños, como el hecho de que parece extraño que si estos ataques fueran realmente el resultado de tecnología avanzada, solo deberían quemar la piel o causar otras lesiones que no pongan en peligro la vida. ¿Por qué un armamento tan avanzado no haría más daño? Sin embargo, lo que estaba sucediendo probablemente seguirá siendo un misterio.
La operación se cerró sin pruebas concluyentes de fenómenos inusuales.
En 1997, dos décadas después de la operación, el Capitán Uyrangê dio una entrevista a los investigadores Ademar José Gevaerd (editor de “Revista UFO”, fundador y presidente del CBPDV (Centro Brasileiro de Pesquisas de Discos Voadores, o Centro Brasileño de Investigación de Platillos Voladores), director nacional de la Mutual UFO Network) y Marco Antônio Petit.
En esta entrevista, Uyrangê hizo un recuento de sus experiencias en aquel entonces junto a sus hombres. Aproximadamente tres meses después de la entrevista, fue encontrado muerto, colgando de su propio cinturón.