OVNIs sobre Cheyenne: El Misterio que Paralizó una Base de Misiles Nucleares

Una Noche que Cambió Todo

El otoño de 1976 en las vastas y desoladas llanuras de Wyoming parecía una temporada como cualquier otra para el personal de la Fuerza Aérea asignado a las instalaciones de misiles nucleares Minuteman III. Sin embargo, en la madrugada del incidente, algo extraordinario ocurrió, algo que desafiaría no solo los protocolos militares, sino también la comprensión misma de la realidad para aquellos que lo presenciaron.

El comandante Bruce, un veterano con 20 años de servicio —los primeros nueve como soldado raso y los últimos once como oficial—, era un hombre práctico, formado en el escepticismo militar. Hasta esa noche, consideraba los relatos de ovnis como meras fantasías. Pero lo que él, su ayudante “Sam” (un teniente con experiencia en unidades TAC), el sargento Jones y los miembros del Equipo de Alerta de Seguridad (SAT) vivieron, los marcaría de por vida.

Este es el relato detallado de un evento que fue sistemáticamente silenciado, pero que, décadas después, resurge con más fuerza que nunca, respaldado por testimonios similares de otros exmilitares.

La Llamada 

Eran aproximadamente las 2:00 a.m. cuando la rutina de la noche se vio interrumpida. Dentro de la cápsula de control de lanzamiento, enterrada bajo toneladas de concreto y acero, Bruce y Sam monitoreaban las comunicaciones de rutina entre el sargento Jones y el SAT, que patrullaba los silos de misiles dispersos en un radio de 16 kilómetros.

De repente, la voz de Jones resonó con una tensión inusual:

—”Detengan el vehículo. Inspeccionen el área e informen cualquier anomalía.”

Los policías del SAT, inicialmente confundidos, respondieron que no había nada fuera de lo normal. Pero segundos después, sus voces se quebraron:

—”¡Hay algo ahí arriba! Una luz blanca… ¡está pulsando! ¡Y hay destellos rojos y azules!”

Bruce y Sam se miraron, intercambiando una expresión de incredulidad. Jones, desde su puesto en la superficie, confirmó lo imposible:

—”Hay un objeto sobre el LCF. Tiene forma de cigarro, unos 15 o 18 metros de largo. Se está moviendo.”

Lo que siguió fue una danza macabra entre el objeto desconocido y las fuerzas militares. Cada vez que se ordenaba al SAT investigar un silo específico, el OVNI se desplazaba hacia otro, como si estuviera jugando con ellos.

Primer intento: El SAT se dirigió al silo Delta-7, pero el objeto ya se había movido.

Segundo intento: Reportaron “fallas en el vehículo” y regresaron por baterías.

Tercer intento: Afirmaron que sus linternas no funcionaban.

Finalmente, el sargento Jones confesó la verdad: los policías estaban aterrorizados. “No íbamos a acercarnos a esa cosa”, admitirían más tarde.

Mientras tanto, Bruce contactó a otras cápsulas de control. Uno de los comandantes, en voz baja, admitió:

—”Nosotros también vimos luces extrañas. Pero no dijimos nada… por miedo al ridículo.”

La Orden de Silencio

Al amanecer, el relevo llegó, pero el ambiente seguía cargado de tensión. El sargento Jones, pálido y visiblemente afectado, les esperaba en la superficie.

—”Esa cosa… no era de este mundo”, murmuró.

En las siguientes reuniones, un oficial no identificado les advirtió:

—”Esto nunca ocurrió. No hablen de ello.”

Pero Bruce, años después, rompió el silencio. Su testimonio coincide con otros casos, como el del comandante Robert Salas, quien reportó un incidente similar en Malmstrom AFB.

¿Por qué los OVNIs y las Armas Nucleares?

Este incidente, junto a otros similares, plantea una pregunta inquietante: ¿Por qué estos objetos muestran un interés recurrente en instalaciones nucleares? Desde Malmstrom hasta Cheyenne, el patrón se repite.

Bruce, ahora un veterano retirado, reflexiona:

—”No sé qué era esa cosa. Pero sé lo que vi. Y sé que no fuimos los únicos.”

El tiempo ha demostrado que, por más que se intente enterrar la verdad, los testimonios de hombres como Bruce siguen emergiendo, desafiando el secretismo y obligándonos a cuestionar: ¿Qué más no nos han dicho?

¿Tú qué opinas? ¿Crees que estos incidentes fueron encubiertos?

  ¿Te gusto la noticia? compártela en tus redes sociales.
error: