Qué respondieron los científicos sobre los 3 supuestos “platillos voladores” en un tapiz de 1538
En la pintoresca ciudad belga de Brujas, conocida por su encanto medieval, se encuentra un tapiz enigmático que ha desconcertado a estudiosos y curiosos durante siglos. “El triunfo del verano”, creado en 1538, no solo representa la victoriosa ascensión de un monarca al trono, sino que también oculta en sus detalles una curiosa presencia en el cielo: objetos misteriosos que se asemejan sospechosamente a los modernos “platillos voladores”.
Este fascinante tapiz, actualmente preservado en el Museo Nacional de Baviera, captura la esencia poética de la época estival en la ciudad flamenca. En la parte superior de la obra, observadores perspicaces pueden identificar varios objetos negros con forma de sombrero en el cielo. Este tipo de representación de cuerpos celestes en forma de platillos voladores no es único; de hecho, se encuentra en varias obras de arte medievales.
La interpretación de estos OVNIs artísticos ha sido objeto de especulación y debate. Algunos sugieren que estos objetos voladores no identificados podrían ser una expresión simbólica de apoyo divino hacia el monarca, una estrategia visual para reforzar la legitimidad del poder. La vinculación entre objetos celestiales y la aprobación divina se ha observado en diversas representaciones artísticas de la época, incluidos signos divinos como nubes con rayos o figuras sobre plataformas flotantes.
Sin embargo, los científicos ofrecen una explicación menos mística. Argumentan que estos enigmáticos objetos con forma de sombrero no son más que representaciones artísticas de nubes oscuras y peculiares. Para ellos, la conexión entre los platillos voladores y la intervención divina es una proyección de la fantasía religiosa de la época.
Este debate entre interpretaciones es un recordatorio de cómo la historia y el arte a menudo se entrelazan con la imaginación humana. Aunque algunos encuentren consuelo en las explicaciones científicas más pragmáticas, la atracción hacia lo misterioso y enigmático persiste en la sociedad moderna. Más allá de la tela y los trazos artísticos, el tapiz “Triunfo del Verano” sigue inspirando preguntas sobre la visión y percepción de fenómenos inexplicables en el pasado, ofreciendo un vistazo intrigante a la Brujas del siglo XVI y su interpretación única del mundo que los rodeaba.