Revelan Correos del Pentágono: Estrategias de comunicación, censuras y tensiones internas en la investigación de Fenómenos Aéreos No Identificados (UAP)

Documentos obtenidos bajo la Ley FOIA detallan el control mediático, el debate sobre la transparencia y la minimización del rol de la inteligencia en el trabajo de la Oficina de Resolución de Anomalías (AARO).

Una serie de correos electrónicos internos del Departamento de Defensa de los Estados Unidos, obtenidos mediante la Ley de Libertad de Información (FOIA), han revelado las complejas deliberaciones y estrategias de comunicación que rodean a la Oficina de Resolución de Anomalías de Todos los Dominios (AARO). Los documentos, adquiridos por el sitio web The Black Vault bajo el caso 24-F-0894, iluminan los esfuerzos del Pentágono por gestionar la narrativa pública sobre su investigación de Fenómenos Aéreos No Identificados (UAP por sus siglas en inglés) durante febrero y marzo de 2024.

La correspondencia, que incluye comunicaciones de la portavoz Susan Gough, ofrece una perspectiva inédita sobre la implementación del Informe de Registro Histórico ordenado por el Congreso y expone una palpable tensión entre los mandatos legislativos de transparencia y las prácticas institucionales de discreción.

Acceso Mediático Estrictamente Controlado

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Los correos evidencian una política deliberada de restringir el acceso al director interino de la AARO, Tim Phillips. Solicitudes de entrevistas y participación en sesiones informativas de medios de prestigio como Scientific American, Washington Examiner y la radiotelevisión nacional finlandesa YLE fueron denegadas de manera sistemática. En una respuesta, Gough justificó la medida afirmando: “Por el momento, buscamos limitar cualquier interacción con los medios de comunicación con el director interino de AARO a un grupo reducido”.

Esta estrategia culminó en una sesión informativa exclusiva para invitados el 8 de marzo de 2024, con la asistencia de apenas siete periodistas. Durante el encuentro, Phillips enfrentó preguntas directas, incluido un cuestionamiento sobre si la oficina había entrevistado a denunciantes de alto perfil como Luis Elizondo o David Grusch. Phillips se negó a confirmar nombres, citando la costumbre de no revelar sus fuentes, aunque extendió una invitación abierta a cualquier persona con información relevante.

Minimización Deliberada del Rol de la Inteligencia Nacional

Uno de los hallazgos más significativos de los correos es la decisión consciente de minimizar el papel de la Oficina del Director de Inteligencia Nacional (ODNI) en los comunicados oficiales. A pesar de que el marco legal bajo la Ley de Autorización de Defensa Nacional (NDAA) estipula que la AARO debe reportar tanto al Subsecretario de Defensa como al Subdirector Principal de Inteligencia Nacional (PDDNI), los funcionarios optaron por omitir cualquier mención a la ODNI.

En un intercambio del 5 de marzo sobre el borrador de un comunicado de prensa, Gough planteó la inquietud, preguntando si debía hacerse referencia a la ODNI dada la cadena de mando dual. La respuesta, proveniente de un remitente cuyo nombre fue censurado, fue inequívoca: “Confirmando que estamos en regla sin mencionar a la ODNI”. Esta elección presentó la iniciativa predominantemente como un esfuerzo del Departamento de Defensa, oscureciendo la supervisión de la comunidad de inteligencia.

Presión del Congreso y el Fantasma de “KONA BLUE”

La documentación también alude a las intensas sesiones informativas clasificadas ante el Congreso, donde los legisladores presionaron a los líderes de la AARO sobre programas específicos, destacando uno denominado “KONA BLUE”. Según las explicaciones desclasificadas adjuntas en los correos, KONA BLUE fue una propuesta de Programa de Acceso Especial (PSAP) presentada al Departamento de Seguridad Nacional (DHS) en 2011 para manejar la recuperación y explotación de “material biológico no humano”.

No obstante, la investigación de la AARO determinó que el programa nunca se estableció formalmente. Tras seis meses de evaluación, el DHS lo desaprobó por falta de justificación creíble y fue cancelado inmediatamente. Los documentos reafirman que “el DHS nunca transfirió ni recopiló datos ni materiales de ningún tipo bajo los auspicios de KONA BLUE”, desmontando teorías que lo señalaban como un programa operativo ultrasecreto.

Fricción por la Ampliación del Mandato de la AARO

Los correos exponen una fricción significativa entre el Congreso y el Pentágono respecto al alcance de las responsabilidades de la oficina. Un ejemplo claro fue la intervención de la senadora Kirsten Gillibrand, quien durante una sesión informativa sobre incursiones de drones argumentó que la AARO debería centralizar dichos reportes.

La reacción interna fue inmediata y contundente. Susan Gough escribió en un correo electrónico: “¡No queremos que se añadan sUAS [sistemas de aeronaves no tripuladas] a la cartera de AARO!”. Esta postura llamó la atención, ya que la doctrina del Departamento de Defensa establece que el personal de Asuntos Públicos, como Gough, tiene una función de comunicación y asesoría, no de determinación de misiones operativas. Su injerencia directa en un debate sobre asignaciones de misión representa una desviación de los protocolos establecidos.

Los correos electrónicos del Departamento de Defensa, si bien parcialmente redactados, constituyen una pieza crucial del rompecabezas sobre la transparencia gubernamental en el tema UAP. Lejos de ser meras comunicaciones logísticas, revelan una estrategia consciente para controlar el flujo informativo, delimitar narrativas públicas y resistir presiones externas para expandir el mandato de la AARO.

Estos documentos pintan un cuadro de una institución navegando un mandato congresional complejo, donde la gestión de la percepción pública y la defensa de la autonomía institucional parecen tan prioritarias como la propia investigación de fenómenos anómalos. La tensión entre el secretismo, la supervisión legislativa y la promesa de apertura continúa definiendo el desafío más amplio de cómo el gobierno aborda uno de los temas más enigmáticos de nuestro tiempo.

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