Roswell 1947: ¿Un OVNI o un Proyecto Secreto de Espionaje Estadounidense?
¿Se desvela el misterio? El accidente cerca de Roswell podría estar vinculado al ultrasecreto Proyecto Mogul.
El enigma del famoso accidente OVNI cerca de Roswell, Nuevo México, en 1947, sigue generando teorías y especulaciones. Una de las hipótesis más debatidas apunta a que no se trató de un platillo volador extraterrestre, sino de una de las sondas de reconocimiento lanzadas por Estados Unidos como parte de su programa de espionaje sobre la Unión Soviética. Este programa, conocido como Proyecto Mogul, empleaba globos aerostáticos diseñados para rastrear las pruebas nucleares soviéticas.
El origen del misterio: ¿OVNI o tecnología humana?
En julio de 1947, el hallazgo de restos metálicos en un rancho cerca de Roswell desató la primera ola de histeria ufológica en Estados Unidos. Los medios reportaron inicialmente que se trataba de un “platillo volador”, pero la versión oficial cambió rápidamente: se dijo que eran restos de un globo meteorológico. Sin embargo, años después, documentos desclasificados y declaraciones de expertos han dado lugar a teorías que vinculan el incidente al Proyecto Mogul, un programa ultrasecreto destinado a monitorear las detonaciones nucleares soviéticas durante la Guerra Fría.
Según Vladimir Vasiliev, investigador principal del Instituto de Estudios Estadounidenses y Canadienses de la Academia de Ciencias de Rusia, los globos utilizados en este proyecto estaban equipados con dispositivos capaces de detectar ondas de choque de explosiones nucleares. Entre 1947 y 1949, se lanzaron alrededor de 100 globos desde bases militares como Holloman, en Nuevo México, según el Informe Roswell publicado por la Fuerza Aérea estadounidense en 1995.
El encubrimiento y la confusión pública
El Proyecto Mogul recibió un nivel de secreto tan alto que muchos de los primeros informes sobre el incidente de Roswell fueron manejados con ambigüedad. Boris Shurinov, presidente de la Sociedad Rusa de Ufología y autor de El misterio de Roswell, argumenta que las autoridades estadounidenses fomentaron deliberadamente la narrativa de un accidente OVNI para desviar la atención del verdadero propósito de los globos.
El ufólogo estadounidense Karl Pflock reforzó esta hipótesis en su investigación, señalando que lo que realmente cayó en Roswell no fue una nave extraterrestre, sino una serie de globos experimentales de reconocimiento. Estos globos estaban construidos con materiales como neopreno y polietileno, y llevaban equipos diseñados para registrar datos acústicos. Algunos globos portaban placas metálicas con inscripciones ofreciendo recompensas a quienes encontraran sus restos, lo que refuerza la idea de que eran dispositivos terrestres.
A pesar de la sofisticación aparente, la efectividad del proyecto fue limitada debido a la corta duración de los vuelos y su elevado coste. Según Pflock, muchas de las sondas se estrellaron en zonas rurales de Estados Unidos, y otras ni siquiera fueron recuperadas, poniendo en entredicho su utilidad como herramienta de espionaje.
Declaraciones desde la cúpula del poder
Incluso figuras prominentes han desestimado la existencia de evidencia extraterrestre en Roswell. El presidente Bill Clinton, durante su mandato, solicitó información sobre el caso y declaró que no recibió pruebas concluyentes de un accidente OVNI. Su jefe de gabinete, John Podesta, reiteró en 2002 que no hubo platillos voladores, pero tampoco especificó qué ocurrió exactamente en 1947.
Un misterio sin resolver, pero con pistas humanas
El incidente de Roswell sigue alimentando la imaginación colectiva, pero las pruebas históricas sugieren que el Proyecto Mogul, con sus globos espías, está en el centro de este fenómeno. Aunque las historias de ovnis y extraterrestres mantienen su atractivo, la hipótesis de una operación de espionaje ultrasecreta encaja mejor con los documentos y testimonios disponibles.
Roswell simboliza un cruce de caminos entre la ciencia, la política y el mito, dejando un legado que sigue fascinando al mundo.