Sacerdote exorcista alerta sobre el auge de la posesión demoníaca y la presencia del diablo
El mundo se enfrenta a una creciente amenaza según advierte el sacerdote Eric Jacqmin, quien ha dedicado décadas a la lucha contra espíritus malignos y demonios. A sus 71 años, Jacqmin afirma que nunca antes había visto una situación tan preocupante como la actual, donde el diablo parece estar tomando control de un número cada vez mayor de personas.
“El diablo está ocupando cada vez a más personas”, declara Jacqmin con preocupación. “Hay miles de millones de demonios y una gran cantidad de maldad en el mundo. Mírenos ahora, al borde de una guerra nuclear”.
Sacerdote Eric Jacqmin
El sacerdote relata experiencias aterradoras durante sus numerosos exorcismos, como el momento en el que el rostro de una mujer poseída adoptó los rasgos de Lucifer. “Cuando el diablo habló a través de la boca de esa mujer, ella adquirió rasgos demoníacos”, recuerda Jacqmin. “Ella orinaba de color negro y sufría de un dolor abdominal inexplicable, claros signos de una presencia diabólica”.
Jacqmin destaca que, a pesar de los avances científicos y médicos, los exorcistas están más ocupados que nunca. Sin embargo, señala que muchos sacerdotes, reconocidos por la Iglesia como exorcistas, no están abordando adecuadamente esta problemática, equiparando el trabajo de un exorcista al de un psicólogo.
“Muchos creen que ‘el diablo’ es simplemente una condición psicológica, negando su existencia como una fuerza externa”, comenta Jacqmin. “Pero el diablo es real, es una fuerza espiritual que puede poseer a las personas”.
El sacerdote advierte que ciertos comportamientos, como el uso de drogas duras o la indulgencia en actos pecaminosos, pueden atraer la influencia del diablo. Además, destaca la importancia de que los sacerdotes vivan en estado de gracia para enfrentar estas fuerzas oscuras, ya que aquellos que no lo hacen pueden convertirse en esclavos del mal.
“No se debe dialogar con el diablo a través de la oración”, enfatiza Jacqmin. “Debemos ordenarle que se vaya, preferiblemente utilizando el latín, una lengua sagrada”.
Con estas palabras, el sacerdote Eric Jacqmin insta a la sociedad a reconocer y enfrentar la realidad del mal en el mundo, recordando la importancia de la fe y la protección espiritual en tiempos de creciente oscuridad.
En conclusión, las palabras del sacerdote Eric Jacqmin nos invitan a contemplar la realidad del mal en el mundo y la necesidad de estar alerta frente a sus manifestaciones. Su experiencia en la batalla contra la posesión demoníaca nos recuerda que el diablo es una fuerza espiritual tangible que puede influir en la vida de las personas de maneras inimaginables. A pesar de la existencia de personas escépticas respecto al tema del exorcismo, Jacqmin nos hace reflexionar sobre cómo hay fenómenos que desafían toda lógica y explicación racional.