Tablillas babilónicas de 3.000 años de antigüedad ayudan a los científicos a desentrañar uno de los misterios más extraños del espacio

En el fascinante mundo de la ciencia moderna, entre los misterios más desconcertantes se encuentran las extrañas anomalías que, de vez en cuando, aparecen en el campo geomagnético terrestre. Estos fenómenos parecen desafiar las leyes físicas habituales, provocando consecuencias desconcertantes: fallos en naves espaciales, obstáculos para el Telescopio Espacial Hubble en sus observaciones y deterioro en las comunicaciones vía satélite. Algunos astronautas, mientras orbitan más allá de estas anomalías, reportan destellos de luz deslumbrantes y un repentino silencio.

Una de estas vastas y en aumento anomalías se ha ganado el apodo del “Triángulo de las Bermudas del Espacio”, incluso atrayendo la atención y el seguimiento de la NASA. A pesar de la sofisticación tecnológica que dirige su atención hacia estas rarezas geomagnéticas, resulta sorprendente pensar que conocimientos científicos cruciales sobre ellas puedan estar ocultos en tablillas cuneiformes babilónicas de hace 3.000 años. No obstante, según un estudio reciente publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences, esta parece ser la sugerencia.

“El campo geomagnético es uno de los fenómenos más enigmáticos en las ciencias de la Tierra”, comentó Lisa Tauxe, coautora del estudio, en un comunicado. “Los restos arqueológicos bien datados de las ricas culturas mesopotámicas, especialmente los ladrillos con nombres de reyes específicos inscritos, brindan una oportunidad sin precedentes para estudiar los cambios en la intensidad del campo en alta resolución temporal, rastreando los cambios que ocurrieron durante varias décadas o incluso menos”.

Esta inesperada conexión entre la antigua escritura mesopotámica y la física moderna va más allá de ser una curiosidad académica; destaca la importancia que tiene para el progreso científico del siglo XXI. En un contexto en el que legisladores, administradores universitarios e inversores de la industria privada enfocan sus fondos principalmente en el desarrollo de campos STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas), descuidando e incluso despreciando activamente las humanidades, este descubrimiento resalta la relevancia y el potencial de integrar diferentes áreas del conocimiento para comprender fenómenos actuales.

El equipo de investigadores, liderado por el University College de Londres, estudió la escritura cuneiforme en tablillas de arcilla, capturando datos cruciales sobre una antigua anomalía que guarda similitudes con el llamado “Triángulo de las Bermudas del Espacio” (o como la NASA la designa, la Anomalía del Atlántico Sur). Al analizar los granos de óxido de hierro en la arcilla mediante el método del arqueomagnetismo, los investigadores lograron obtener una visión de la anomalía de la Edad del Hierro Levantina.

Este descubrimiento revela cómo la antigüedad puede proporcionar información valiosa para entender fenómenos contemporáneos, subrayando la necesidad de un enfoque interdisciplinario que combine la sabiduría del pasado con los avances tecnológicos actuales para desentrañar los misterios que desafían nuestra comprensión del mundo.

  ¿Te gusto la noticia? compártela en tus redes sociales.
error: