Testimonios de veteranos confirman avistamientos de objetos no identificados cerca de instalaciones de misiles nucleares
Durante décadas, exmilitares estadounidenses han mantenido en secreto una serie de encuentros inexplicables con objetos voladores no identificados (OVNIs) en instalaciones de armas nucleares. Entre 1973 y 2010, el investigador Robert Hastings recopiló más de cien testimonios de veteranos retirados, muchos de los cuales describieron fenómenos aéreos anómalos en proximidad a sitios de misiles balísticos. Estos relatos fueron documentados en su libro UFOs and Nukes: Extraordinary Encounters at Nuclear Weapons Sites, pero nuevos testimonios continúan emergiendo, revelando un patrón preocupante que sugiere un interés extraterrestre en el arsenal nuclear de Estados Unidos.
Uno de estos casos recientes involucra a Devin C. Lingo, un ex policía de seguridad de la Fuerza Aérea asignado a la Base Aérea Malmstrom en Montana en 1995. Según su testimonio, durante una rutina de respuesta a alarmas en la Instalación de Lanzamiento Fox-2, cerca de Choteau, Lingo presenció dos orbes luminosos—uno rojo y otro azul—que maniobraban en el cielo antes de desaparecer abruptamente. El incidente ocurrió durante una noche de múltiples alertas de seguridad, lo que aumentó la extrañeza del suceso.
Lingo, quien en ese momento era un aviador en entrenamiento, optó por no reportar el avistamiento por temor a repercusiones profesionales. El Programa de Confiabilidad del Personal (PRP), una directiva del Departamento de Defensa que evalúa la estabilidad mental de quienes trabajan con armas nucleares, desincentiva cualquier conducta que pueda ser considerada “inusual”. Esta política ha llevado a que numerosos avistamientos en bases de misiles nunca sean documentados oficialmente, creando un vacío en los registros de seguridad nacional.
Un patrón recurrente en instalaciones nucleares
El caso de Lingo no es aislado. Hastings ha documentado múltiples incidentes similares, incluyendo un evento en 1992 en el que dos equipos de seguridad observaron una nave triangular sobrevolar una instalación de lanzamiento en Malmstrom antes de detenerse en el aire y desaparecer al amanecer. Los testigos fueron advertidos de no discutir el incidente bajo amenaza de perder su certificación PRP.
Estos encuentros plantean preguntas críticas sobre la naturaleza de los OVNIs y su posible interés en las capacidades nucleares humanas. Si estos objetos son de origen extraterrestre, ¿cuál es su objetivo? ¿Se trata de vigilancia, advertencia o incluso de intervención? Hastings sugiere que la recurrencia de estos avistamientos en sitios estratégicos no puede ser coincidencia.
El silencio oficial y sus implicaciones
A pesar de la abundancia de testimonios, el gobierno de EE. UU. ha mantenido una postura ambigua. Aunque en años recientes se ha incrementado la desclasificación de documentos relacionados con fenómenos aéreos no identificados (UAP), la mayoría de los informes sobre encuentros en bases nucleares siguen sin ser reconocidos oficialmente.
Lingo, años después de su avistamiento, buscó en bases de datos civiles como el Centro Nacional de Denuncias de OVNIs y encontró reportes coincidentes en la misma fecha y región, lo que sugiere que su experiencia no fue un evento aislado. Sin embargo, sin registros militares oficiales, estos casos permanecen en el ámbito de lo anecdótico.
Conclusión: Un misterio que persiste
Los testimonios de exmilitares como Devin C. Lingo refuerzan la teoría de que los OVNIs han mostrado un interés recurrente en las instalaciones nucleares humanas. Aunque el miedo a represalias profesionales ha silenciado a muchos testigos, la acumulación de relatos similares a lo largo de décadas exige una investigación más profunda y transparente. En un momento en que la discusión sobre los UAPs ha ganado legitimidad en círculos gubernamentales y científicos, es crucial reevaluar estos incidentes no como meras curiosidades, sino como posibles cuestiones de seguridad global.