Tim Burchett afirma que “Entidades” de “Zonas de aguas profundas” Podrían estar en la Tierra desde hace un milenio

El congresista estadounidense cita informes navales sobre naves submarinas no identificadas de capacidades supersónicas, en medio de un renovado interés del Congreso por los Fenómenos Anómalos No Identificados (FANI).

En una declaración que parece extraída de un relato de ciencia ficción, el congresista Tim Burchett (Republicano – Tennessee) ha afirmado, con notable tranquilidad, la posible existencia de “entidades” no humanas en la Tierra, sugiriendo que estas podrían residir en las profundidades oceánicas. Estas observaciones, grabadas en video y difundidas ampliamente en redes sociales, se producen en un contexto de creciente escrutinio legislativo sobre los FANI, tras una reciente audiencia en el Congreso donde se presentó un inquietante video de un incidente en Yemen.

El Congresista y las Profundidades

El video, de aproximadamente un minuto de duración, muestra a Burchett caminando por las calles de la capital federal mientras expone su teoría. Con el Capitolio de fondo, el representante cuestiona el origen extraterrestre convencionalmente imaginado. “¿Y si estas entidades están aquí en la Tierra, que llevan en ella quién sabe cuánto tiempo, y creemos que vienen de muy lejos?”, se pregunta retóricamente. “Quizás llegaron hace un milenio, pero están aquí, y en estas zonas de aguas profundas”. Burchett enfatiza la falta de conocimiento humano sobre los océanos, comparándola con el mayor dominio sobre la superficie lunar.

Informes Navales y Naves Submarinas

La base de sus afirmaciones, según explica, radica en información proporcionada por personal naval. El congresista menciona “avistamientos alrededor de estas cinco o seis —creo— zonas de aguas profundas” y describe encuentros con supuestas naves submarinas no identificadas. “El personal naval me informa que tenemos avistamientos, estas naves submarinas que están persiguiendo y que van a cientos de millas por hora”, asegura Burchett, añadiendo que la tecnología estadounidense más avanzada “va quizás a poco menos de 40 millas por hora”. Esta disparidad tecnológica, sugiere, plantea serias interrogantes sobre la seguridad nacional y las capacidades de estos objetos.

Un Precedente Inquietante

Esta no es la primera vez que Burchett se refiere a este tipo de fenómenos. A principios de año, el congresista ya había sorprendido al citar a un almirante no identificado que le habría hablado de una nave oceánica “tan grande como un campo de fútbol” con capacidades de velocidad imposibles para la ingeniería humana actual. En esa ocasión, al igual que ahora, Burchett mostró una despreocupación peculiar respecto a una amenaza potencial, argumentando que “con esa capacidad, nos habrían asado hace mucho tiempo”.

El Contexto: La Audiencia Congresional sobre FANI

Las declaraciones de Burchett adquieren mayor relevancia a la luz de los recientes eventos en el Capitolio. La semana pasada, durante una audiencia del subcomité sobre FANI, el congresista Eric Burlison (Republicano – Missouri) presentó un video clasificado, supuestamente filmado por un dron MQ-9 Reaper frente a las costas de Yemen en octubre de 2024. La grabación parece mostrar un misil Hellfire impactando sin efecto aparente contra un objeto esférico no identificado. Expertos como el ufólogo George Knapp han denunciado la existencia de “un banco completo de este tipo de videos” que permanecen ocultos al Congreso y al público.

Escepticismo y Tradición Histórica

Sin embargo, analistas y críticos instan a la cautela. El video presentado por Burlison fue grabado en una zona de conflicto activo, con una alta concentración de equipamiento militar de múltiples naciones, lo que dificulta enormemente la verificación independiente y el descarte de explicaciones convencionales, como tecnología adversarial o fenómenos atmosféricos poco comunes. La fascinación por los objetos voladores no identificados tiene una larga tradición en la política estadounidense, que se remonta a la era de Harry Truman y la paranoia de la Guerra Fría. En este marco, las afirmaciones de Burchett, aunque llamativas, son interpretadas por muchos sectores como el último capítulo de una narrativa recurrente, más que como una evidencia concluyente.

Las declaraciones del congresista Tim Burchett han inyectado una dosis de misterio y controversia en el debate sobre los FANI. Si bien se apoyan en testimonios de supuestos miembros de la armada, la falta de evidencia tangible y el contexto histórico de especulaciones similares las sitúan en un terreno nebuloso. Lo que queda claro es que el interés del Congreso por este tema ha trascendido el ámbito de lo marginal para convertirse en un asunto de discusión legislativa seria. La demanda de transparencia por parte de figuras como Burchett y Burlison choca frontalmente con el secretismo gubernamental, dejando al público y a la comunidad científica a la espera de respuestas verificables que disipen, o confirmen, las sombras que se albergan en las profundidades.

  ¿Te gusto la noticia? compártela en tus redes sociales.
error: