Una advertencia alienígena para 2033: La polémica teoría de un Ufólogo sobre un agroglifo de Chilbolton ¿Mensaje codificado o especulación?

Barry Chase atribuye un mensaje apocalíptico a extraterrestres, pero la comunidad escéptica y científica recuerda que el pictograma fue un hoax humano muy elaborado, una parodia del famoso mensaje de Arecibo.

El agroglifo aparecido en un campo de Chilbolton, Hampshire, en agosto de 2002, es uno de los más famosos y complejos del mundo. Su diseño, que asemejaba un rostro y una modificación del mensaje de Arecibo, desató inmediatamente teorías sobre un origen extraterrestre. Dos décadas después, el ufólogo británico Barry Chase ha anunciado su supuesta decodificación final: se trataría de una grave advertencia de los “grises” de Zeta Reticuli sobre una invasión alienígena hostil prevista para 2033. Sin embargo, esta espectacular afirmación choca frontalmente con el consenso científico y escéptico, que demostró hace años que el círculo fue un elaborado fraude perpetrado por humanos.

Chase, director del autodenominado Cosmic Research Institute, afirma que su equipo dedicó más de una década a analizar el pictograma. Su conclusión es que los “grises”, una raza benévola que nos observa, intentaban alertarnos de los “Apexianos”, una civilización hostil cuya flota llegaría a la Tierra el 23 de julio de 2033, fecha que marcaría el fin de la libertad humana. Según Chase, los grises, carentes de poder militar para detenerlos, también anunciaban la evacuación de sus agentes en la Tierra entre 2020 y 2030.

210520221037411w Una advertencia alienígena para 2033: La polémica teoría de un Ufólogo sobre un agroglifo de Chilbolton ¿Mensaje codificado o especulación?

La Evidencia del Fraude: Una Parodia Terrestre

Pese a la narrativa de Chase, la historia documentada del agroglifo de Chilbolton cuenta una versión muy diferente. Investigadores de publicaciones escépticas como Skeptical Inquirer y expertos en deconstruir fraudes de círculos de cosecha, como el equipo de Circlemakers, analizaron el diseño en su momento. Su consenso fue claro: se trató de un hoax humano de una sofisticación notable.

Los expertos señalaron que el agroglifo es una reinterpretación creativa y una parodia del mensaje de radio que el Observatorio de Arecibo envió al cúmulo estelar M13 en 1974. Mientras el mensaje original describía la humanidad, nuestro sistema solar y nuestro ADN, la “respuesta” de Chilbolton alteraba key datos: la figura humana fue reemplazada por una figura alienígena, la doble hélice del ADN fue modificada, y el sistema solar mostró un supuesto planeta adicional en la zona habitable.

Nunca se identificó a los autores concretos, pero se explicó detalladamente cómo un grupo con conocimientos de diseño gráfico, cuerdas y tablas de madera pudo crear la figura en varias noches sin ser detectado. La “respuesta” no era extraterrestre, sino un comentario inteligente y artístico sobre la búsqueda de inteligencia cósmica, realizado desde la Tierra.

Escepticismo y Críticas a la Teoría

Ante esta abrumadora evidencia del origen humano del agroglifo, las afirmaciones de Chase son recibidas con profundo escepticismo. La comunidad científica las descarta por carecer de base empírica y por basarse en la premisa falsa de que el círculo es de origen desconocido.

Incluso dentro de círculos ufológicos menos convencionales surgen voces críticas. La investigadora Henrietta Strummer, aunque no duda de la existencia de extraterrestres, cuestiona la interpretación de Chase. Strummer sugiere que, si los extraterrestre son una amenaza real, ya habrían sido repelidos en el pasado por otra civilización, los “nórdicos”, y no cree que su regreso esté predeterminado en un mensaje fraudulento.

El Debate Real: La Ética de Enviar Mensajes al Espacio

El verdadero valor del anuncio de Chase, más allá de su veracidad, es que resucita un debate científico legítimo y de gran calado: los riesgos potenciales del Active SETI (Messaging Extraterrestrial Intelligence).

La iniciativa de enviar señales deliberadas al espacio, como el propio mensaje de Arecibo que inspiró el hoax de Chilbolton, es vista por figuras como Stephen Hawking como una temeridad. El principio de precaución sugiere que anunciar nuestra presencia y ubicación a una galaxia que desconocemos podría atraer atención indeseada de una civilización tecnológicamente superior y potencialmente hostil. El agroglifo, aunque falso, sirve como metáfora de los riesgos impredecibles de este tipo de comunicación.

La teoría de Barry Chase se construye sobre una base de arena: un fraude artístico ampliamente documentado. Su interpretación apocalíptica carece de rigor y se enmarca en la tradición de las profecías catastróficas que, históricamente, nunca se han materializado. El caso del agroglifo de Chilbolton es un recordatorio de la importancia del pensamiento crítico y de contrastar las afirmaciones extraordinarias con evidencias sólidas. Mientras la humanidad continúa su genuina y emocionante búsqueda de vida extraterrestre mediante métodos científicos, debe hacerlo con cautela, escepticismo y una clara distinción entre el arte, el fraude y la ciencia.

  ¿Te gusto la noticia? compártela en tus redes sociales.
error: