Una persona puede “escuchar” el silencio, aunque es físicamente imposible.

Investigadores de la Universidad Johns Hopkins realizaron un experimento para estudiar la percepción del silencio absoluto por parte del cerebro humano. Es decir, un fenómeno físico específico en el que no existen ondas acústicas en el espacio. Resultó que una persona puede escuchar ese silencio, aunque esto es imposible.

Durante mucho tiempo, la cuestión de la posibilidad de escuchar el silencio se planteó como una cuestión filosófica, debido a una mala interpretación del concepto mismo de silencio. Hoy sabemos que el silencio es la ausencia de sonido, de vibraciones del entorno. Dado que el sistema auditivo humano se basa en la percepción e interpretación de estas vibraciones, en su ausencia permanece en un estado de inactividad. Por lo tanto, es imposible “escuchar” el silencio.

Sin embargo, los científicos estadounidenses en el curso de experimentos con ilusiones de sonido en 1000 personas experimentales revelaron un patrón interesante: el cerebro de las personas no permaneció pasivo, incluso reaccionó al silencio absoluto. El esquema de su actividad recordaba una reacción a otros sonidos: la mente del observado estaba tratando de descubrir qué estaba escuchando y cómo lidiar con esta información. Resulta que una persona puede escuchar el silencio, incluso si en realidad no escucha nada.