OVNIs y Avistamientos Inexplicables en Instalaciones Nucleares y Militares: El Misterioso Vínculo que las Potencias Mundiales No Pueden Ignorar
Avistamientos inexplicables en instalaciones nucleares y militares plantean preguntas inquietantes. Desde los años 40 hasta hoy, testigos creíbles y denunciantes exponen un fenómeno que podría cambiar la historia.
Los misteriosos “Drones de Nueva Jersey”: Avistamientos en sitios nucleares y bases militares
Durante décadas, informes inquietantes de fenómenos aéreos no identificados (OVNIs) han surgido de instalaciones críticas en todo el mundo. Uno de los casos más recientes y discutidos son los llamados “drones de Nueva Jersey”, un término que no hace justicia al alcance y la gravedad del fenómeno. Según investigaciones y testimonios recopilados, estos misteriosos objetos han sido reportados en al menos 19 bases militares sensibles y varias plantas nucleares, incluida la planta PSEG Salem en Nueva Jersey.
Lo que en un principio parecía ser un problema de drones convencionales ha revelado un patrón global que conecta instalaciones nucleares y militares con estos avistamientos inexplicables. Este fenómeno se ha documentado ampliamente en el libro UFOs & Nukes de Robert Hastings, un trabajo que ha servido como base para investigaciones y documentales que buscan arrojar luz sobre un fenómeno cada vez más difícil de negar.
167 denunciantes y un patrón global de vigilancia OVNI
Desde la década de 1940, 167 empleados de instalaciones nucleares y militares han ofrecido su testimonio sobre OVNIs que interfieren con sistemas críticos. Estos empleados, frecuentemente con autorizaciones de alto nivel como las Q-Clearances en Estados Unidos, describen eventos en los que los OVNIs no solo han vigilado, sino también manipulado misiles y sistemas de defensa nuclear.
Uno de los casos más destacados ocurrió en la Base de la Fuerza Aérea Malmstrom, en Montana, en 1967. Un OVNI resplandeciente dejó inoperativos 10 misiles Minuteman ICBM, un incidente que fue observado por múltiples testigos militares. En 2010, en la Base FE Warren en Wyoming, un corte de energía de una hora dejó 50 misiles fuera de servicio, un incidente atribuido a un OVNI con forma de cigarro reportado en las cercanías.
OVNIs en instalaciones civiles y militares alrededor del mundo
No se trata solo de Estados Unidos. En Fukushima, Japón, los avistamientos de OVNIs cerca de las plantas nucleares son recurrentes y han sido documentados por investigadores locales. En Bariloche, Argentina, los informes de objetos voladores no identificados cerca de instalaciones de investigación nuclear son ampliamente conocidos. Incluso el desastre de Chernóbil estuvo rodeado de avistamientos OVNIs, según la doctora Jensine Andresen de Harvard.
Además, el incidente de la Escuela Ariel en Zimbabue, donde más de 60 niños fueron testigos de un aterrizaje de OVNI cerca de una mina de uranio, añade otra conexión inquietante a esta red de eventos.
Testimonios de alto nivel y encubrimientos
Denunciantes y testigos como Bob Jacobs y Mario Woods han enfrentado intimidación y represalias por hablar públicamente sobre sus experiencias. Jacobs, por ejemplo, documentó un evento en la Base Vandenberg en 1964, donde un OVNI aparentemente desactivó un misil en pleno vuelo.
La conexión entre los OVNIs y las armas nucleares no es solo un tema para los entusiastas de los extraterrestres. Varios líderes militares, científicos y políticos de alto nivel han reconocido su importancia. JFK, poco antes de su asesinato, solicitó datos sobre OVNIs al director de la CIA, John McCone, mientras que Harald Malmgrem, asesor de cuatro presidentes estadounidenses, también hizo declaraciones sobre restos radiactivos recuperados de objetos no identificados.
El cambio de paradigma que la humanidad necesita enfrentar
Estos informes no pueden ser desestimados como meras teorías conspirativas. La evidencia, tanto documental como testimonial, sugiere una conexión inquietante entre los OVNIs y los sitios nucleares. Este fenómeno plantea preguntas críticas sobre la seguridad nacional, el impacto en la humanidad y el papel de estas inteligencias en el futuro del planeta.
La obra de Robert Hastings y el creciente número de testigos creíbles exigen un escrutinio serio y la participación activa de la comunidad científica. No enfrentarnos a esta realidad es una decisión que podría costarnos caro.