Angry Pumpkins es un juego creado por inteligencia artificial de principio a fin.
No hace mucho, apareció otro producto nuevo entre los juegos de computadora: “Angry Pumpkins”, que en muchos aspectos recuerda a Angry Birds. Te pide que dispares calabazas a varios objetos. En sí mismo es bastante primitivo, pero merece la atención de quienes lo desarrollan. El juego fue creado íntegramente utilizando redes neuronales, dirigidas en la dirección correcta por el experimentado desarrollador Javi López.
Dijo que las 600 líneas del código de Angry Pumpkins fueron escritas por ChatGPT. La tarea de crear gráficos se confió íntegramente a las redes neuronales Midjourney y Dall-E. El primero de ellos se encargó de crear objetos y fondos dibujados a mano, y el segundo de dibujar la pantalla de título. El desarrollo de un producto que resultó completamente jugable no requirió ni un minuto de codificación manual, y todos los comandos dados a las redes neuronales se ejecutaron en lenguaje humano natural. Además, no se requirieron grandes conocimientos de programación.
El propio autor del proyecto está asombrado por el resultado y confía en haber iniciado una nueva era en el desarrollo de juegos. Al mismo tiempo, López señala que establecer las tareas de IA adecuadas también requiere experiencia y puede considerarse un arte. El proceso de corrección de errores requiere aún más atención. Sin embargo, el éxito de López sugiere que la creación de proyectos de juegos hoy ya es posible sin el trabajo de cientos de programadores. En el futuro previsible, esto puede afectar a la industria del desarrollo de juegos con reducciones de personal en los estudios de juegos. Sin embargo, el propio López cree que no hay necesidad de luchar con tecnología prometedora y la compara con un “poderoso maremoto”. En lugar de competir con él, es necesario “intentar montarlo”.
