Arqueólogos británicos han encontrado el legendario Gloucester, que se hundió hace 340 años.
En 1982, muchos espectadores vieron en directo desde el fondo los restos del barco “Mary Rose”, que se convirtió en una de las mayores sensaciones de la arqueología británica.
Este barco del rey Enrique VIII se hundió en 1545 y quedó tan bien enterrado en el cieno que los científicos encontraron cientos de objetos Tudor originales en su bodega. Este descubrimiento ha enriquecido la arqueología mundial, y ahora es el momento de una nueva sensación: se ha encontrado el barco “Gloucester” del rey James II.
La historia de la muerte del Gloucester se convirtió en uno de los momentos más dramáticos en el destino de Inglaterra, pues a bordo del barco se encontraba el futuro rey, en ese momento el duque de York. A causa de su tiranía y una discusión con el navegante, un enorme barco encalló en las traicioneras aguas de Norfolk. Murieron varios cientos de marineros y pasajeros de alto rango, pero el propio James mostró milagros de coraje, dejando el barco entre los últimos. Esto sucedió el 6 de mayo de 1682 y fue un punto de inflexión en la historia británica.
El naufragio de Gloucester fue descubierto en 2007 por los hermanos Julian y Lincoln Barnwell y su amigo James Little. Inmediatamente fue clasificado y durante 15 años estuvieron preparando una operación especial para levantar el barco. Este es un proceso muy laborioso, ya que del estuche de madera no queda casi nada. Además, era necesario proteger el hallazgo de personas sin escrúpulos.
En la actualidad, el examen de los restos del Gloucester está casi terminado, los artefactos más importantes ya han sido sacados a la superficie. En 2023, el Museo y Galería de Arte del Castillo de Norwich inaugurará una exposición de los hallazgos descubiertos. La exhibición principal es la campana del barco de Gloucester, gracias a la cual se confirmó la autenticidad de los restos del barco.
