¿Civilizaciones extraterrestres podrían utilizar agujeros negros en miniatura como fuente de energía ilimitada? El astrofísico de Harvard, Avi Loeb, explora esta posibilidad revolucionaria

En un estudio reciente, el astrofísico de Harvard, Avi Loeb, ha presentado una teoría que podría cambiar nuestra comprensión de cómo las civilizaciones extraterrestres avanzadas podrían satisfacer sus necesidades energéticas. Según Loeb, estas civilizaciones podrían aprovechar la energía potencialmente ilimitada de los agujeros negros en miniatura, creando “lunas” de agujeros negros que podrían actuar como poderosos generadores de energía.

El estudio, publicado en la revista Research Notes of the American Astronomical Society, explora la idea de que los extraterrestres tecnológicamente avanzados podrían crear y controlar sus propios miniagujeros negros para satisfacer las necesidades energéticas de sus planetas natales. Estos agujeros negros, con una masa de alrededor de 100,000 toneladas, podrían emitir una forma específica de radiación conocida como Radiación de Hawking, teorizada por primera vez por el renombrado físico Stephen Hawking en 1974.

La Radiación de Hawking, que consiste en fotones y grandes partículas subatómicas, podría ser utilizada por estas civilizaciones para generar energía de manera extremadamente eficiente. Loeb sugiere que el proceso de conversión de masa en energía a través de un agujero negro podría alcanzar una eficiencia del 100%, lo que lo convertiría en el sistema energético más eficiente jamás concebido. “Este sistema de agujero negro es el motor más eficiente que jamás haya imaginado”, afirma Loeb.

Además, este tipo de tecnología podría tener aplicaciones más allá de los planetas habitados por estrellas. Loeb teoriza que los planetas errantes, que no orbitan ninguna estrella y que de otro modo serían inhóspitos y fríos, podrían ser iluminados y habitables gracias a estos miniagujeros negros. Sin embargo, el estudio también destaca los desafíos que enfrentarían las civilizaciones al intentar crear y mantener un agujero negro de este tamaño. La compresión de materia a una densidad 60 órdenes de magnitud superior a la del hierro sólido sería necesaria, lo que representa una hazaña tecnológica monumental.

El estudio de Avi Loeb abre una nueva ventana de posibilidades para la búsqueda de vida extraterrestre avanzada, sugiriendo que la presencia de “lunas” de agujeros negros podría ser un indicio de civilizaciones que han alcanzado niveles de innovación tecnológica inimaginables para nosotros. La creación de un miniagujero negro como fuente de energía no solo demostraría un dominio sin precedentes sobre las leyes de la física, sino que también podría ser un marcador revelador en nuestra búsqueda de vida fuera del Sistema Solar. A medida que continuamos explorando el cosmos, la detección de un planeta iluminado por una fuente de energía tan inusual podría ser la clave para confirmar la existencia de estas civilizaciones avanzadas.

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