Descubren agua en los asteroides de nuestro sistema solar

Nuestro Sistema Solar es un lugar fascinante, lleno de una variedad de objetos que van desde planetas y lunas hasta cometas y asteroides. Recientemente, un estudio utilizando datos del telescopio infrarrojo SOFIA ha revelado algo sorprendente: ¡agua en los asteroides Iris y Massalia!

Imagínate un millón de asteroides, y entre ellos, se destacan Iris y Massalia. Iris, con un diámetro de 199 km, es más grande que la mayoría de los asteroides, orbitando entre Marte y Júpiter, a una distancia promedio de 2,39 unidades astronómicas. Tarda 3,7 años en completar su órbita alrededor del Sol. Massalia, con 135 km de diámetro, comparte una órbita similar a la de Iris.

Los asteroides en nuestro Sistema Solar varían en composición y estructura. Mientras que los asteroides más cercanos al Sol son predominantemente de silicato, los más lejanos tienden a ser helados. Estudiar su distribución nos ayuda a comprender cómo se formaron los planetas y asteroides en la nebulosa solar.

El Observatorio Estratosférico de Astronomía Infrarroja (SOFIA), que se retirará en 2022, ha jugado un papel crucial en este descubrimiento. Anteriormente, en octubre de 2020, SOFIA identificó agua en la Luna. Ahora, con la detección de agua en Iris y Massalia, abre nuevas perspectivas sobre la composición de los asteroides.

La Dra. Anicia Arredondo, del Southwest Research Institute, líder del estudio, confirmó que los volúmenes y la prevalencia de agua en los asteroides eran consistentes con los encontrados en la Luna. El agua está unida a minerales y absorbida por silicatos, lo que plantea interrogantes sobre cómo llegó allí y qué significa para nuestra comprensión del Sistema Solar.

Además, se analizaron datos de otros dos asteroides, Parthenope y Melpomene, pero el ruido dificultó obtener resultados concluyentes. Esto resalta la necesidad de técnicas más sensibles para investigar la presencia de agua en asteroides.

El próximo paso es utilizar el Telescopio Espacial James Webb, que ofrece una óptica de mayor calidad y una mejor relación señal-ruido, para continuar investigando. A través de estos esfuerzos, esperamos comprender mejor la distribución del agua en nuestro Sistema Solar y lo que eso podría significar para la vida en otros sistemas planetarios.

En resumen, este descubrimiento nos recuerda que nuestro Sistema Solar aún guarda secretos por descubrir, y cada hallazgo nos acerca más a comprender la vasta complejidad del universo que habitamos.

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