El misterioso aterrizaje OVNI de Staunton: Un encuentro con lo desconocido

En una tarde aparentemente ordinaria del 21 de diciembre de 1964, Horace Burns, un armero residente de Harrisonburg, Virginia, experimentó un encuentro que desafiaría toda explicación racional mientras conducía por la Ruta 250 entre Staunton y Waynesboro. Lo que presenció aquel día desafió su comprensión del mundo que lo rodeaba y dejó una marca indeleble en su memoria.

Aproximadamente a las 5:00 p.m., Burns se encontró con un objeto inmenso, en forma de cono, que cruzaba la carretera a baja altura justo frente a él. Se movía a una velocidad sorprendentemente lenta, aproximadamente 15 mph, y aterrizó suavemente en un prado a la derecha de la carretera, como si flotara en el aire “como una burbuja”. Este objeto, que Burns estimó tenía al menos 125 pies de diámetro y entre 80 y 90 pies de altura, era un enigma en sí mismo.

Desde su posición en el arcén de la carretera, Burns observó atónito mientras el objeto descendía majestuosamente. Sus lados circulares se elevaban en seis grandes circunvoluciones concéntricas, coronadas por una cúpula en la parte superior. Aunque la creciente oscuridad dificultaba discernir la naturaleza exacta del material de la superficie, parecía tener un acabado metálico opaco.

Sin embargo, lo más desconcertante era una banda de luz de color blanco azulado que rodeaba la base del objeto. Esta luz constante, de bordes afilados, no parpadeaba ni se atenuaba, agregando un aura de misterio al encuentro.

Burns observó el objeto durante aproximadamente un minuto y medio, antes de que, sin previo aviso, se elevara hacia el cielo con un suave silbido y desapareciera en la distancia en cuestión de segundos. Incapaz de procesar completamente lo que había presenciado, Burns regresó a casa y compartió su experiencia con su esposa, prometiendo mantenerlo en secreto por temor al ridículo.

Sin embargo, el destino tenía otros planes. Pocos días después, un programa de radio local anunció la formación de un grupo de investigación OVNI en el Eastern Mennonite College, dirigido por el Dr. Ernest G. Gehman. A instancias de su esposa, Burns se puso en contacto con el Dr. Gehman para compartir su experiencia, temeroso pero decidido a obtener respuestas.

El 31 de diciembre, el Dr. Gehman viajó solo al lugar de aterrizaje y realizó pruebas con un contador Geiger. Para su sorpresa, obtuvo lecturas extremadamente altas, que fueron corroboradas por la llegada de ingenieros de investigación de DuPont, quienes también habían acudido al lugar después de escuchar sobre el incidente.

El enigma del aterrizaje de Staunton persiste hasta el día de hoy. Aunque se han propuesto diversas teorías para explicar el encuentro de Burns, ninguna ha logrado proporcionar una explicación convincente. Este incidente sigue siendo un recordatorio de que, en ocasiones, el universo puede revelar sus secretos de la manera más inesperada y misteriosa.

 

Fuente Nicap

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