El Pentágono y la Desinformación OVNI: Cómo el Gobierno Alimentó Teorías de Conspiración

Un informe exclusivo del Wall Street Journal revela cómo el gobierno de EE.UU. alimentó teorías conspirativas para ocultar programas secretos.

Durante décadas, las teorías sobre ovnis y tecnología extraterrestre oculta por el gobierno de EE.UU. han capturado la imaginación del público. Pero según una investigación exclusiva del Wall Street Journal (WSJ), muchas de estas historias fueron, en parte, creadas o perpetuadas por el propio Pentágono como cortinas de humo para proteger programas militares ultrasecretos.

El engaño del Área 51

Uno de los hallazgos más sorprendentes de la investigación, dirigida por la Oficina de Resolución de Anomalías de Todo el Dominio (AARO) del Pentágono, se remonta a los años 80. Un coronel de la Fuerza Aérea visitó un bar cerca del Área 51 —la famosa base en el desierto de Nevada— y entregó al dueño fotos de lo que parecían platillos voladores. Las imágenes, colgadas en las paredes del establecimiento, alimentaron la creencia de que el gobierno experimentaba con tecnología alienígena.

Pero era una mentira. Según confesó el coronel —ahora retirado— a los investigadores en 2023, las fotos estaban manipuladas. Su misión era desinformar para proteger el verdadero propósito del Área 51: el desarrollo de aviones furtivos como el F-117, clave en la Guerra Fría contra la Unión Soviética. “Mejor que crean que viene de Andrómeda”, resumió un oficial involucrado.

Rituales de novatadas y documentos falsos

La investigación también descubrió una práctica inquietante: durante años, a nuevos comandantes de programas clasificados se les mostraba una foto falsa de un “platillo volador” y se les decía que formaban parte de un proyecto ultrasecreto llamado Yankee Blue para ingeniería inversa de tecnología extraterrestre. Muchos creyeron la farsa, incluso bajo amenaza de prisión o ejecución si hablaban.

“Era una especie de ritual de novatadas que se salió de control”, explicó Sean Kirkpatrick, exjefe de la AARO, en declaraciones al WSJ. El Pentágono ordenó detener esta práctica en 2023, pero para entonces ya había sembrado dudas en cientos de militares.

Misiles nucleares y pulsos electromagnéticos

Otro caso investigado ocurrió en 1967, cuando Robert Salas, entonces capitán de la Fuerza Aérea, estaba en un búnker en Montana controlando misiles nucleares. Testificó que un objeto ovalado rojizo apareció sobre la base, desactivando las armas. Salas y otros creyeron durante décadas que era evidencia de intervención extraterrestre.

La AARO encontró una explicación más terrenal: pruebas secretas de pulsos electromagnéticos para simular un ataque soviético. El dispositivo usado brillaba con luz naranja y podía inutilizar sistemas electrónicos, pero revelarlo habría expuesto una vulnerabilidad crítica. “Nos ocultaron la verdad”, dijo Salas al WSJ.

Un informe incompleto y más preguntas

El informe público de la AARO, publicado en 2023, declaró infundadas las acusaciones de encubrimientos extraterrestres. Sin embargo, omitió detalles clave sobre estos engaños, en parte por presión de la Fuerza Aérea para proteger secretos y reputaciones.

La falta de transparencia ha alimentado teorías conspirativas, incluso en el Congreso, donde un grupo bipartidista exige más respuestas. Mientras, Kirkpatrick reflexiona: “El gobierno creó un monstruo. Ahora es casi imposible de controlar”.

 

The Wall Street Journal

  ¿Te gusto la noticia? compártela en tus redes sociales.
error: