Explorando el lado innovador del amor: Cuando la inteligencia artificial se convierte en cupido
Hace un año, el creativo Alexander Zhadan, exalumno de la Universidad Estatal Rusa de Humanidades, compartió en sus redes sociales una historia fascinante sobre cómo la inteligencia artificial se convirtió en su aliada tanto en la esfera académica como en la búsqueda del amor. Su viaje comenzó cuando, enfrentando el desafío de redactar su tesis, decidió fusionar eficiencia con innovación y colaborar con ChatGPT, una red neuronal capaz de asumir el papel de coautor. Lo que siguió fue un sorprendente descubrimiento de las habilidades de la IA, que resultó en una tesis defendida con éxito, obteniendo un destacado 82% en la prueba antiplagio.
Pero este no fue el único capítulo en la historia de Zhadan con la inteligencia artificial. Después de una pausa en su vida amorosa, Alexander recurrió a ChatGPT, y más tarde a su versión mejorada, API GPT, para optimizar su experiencia en aplicaciones de citas. ¿La misión? Encontrar a la compañera perfecta entre miles de perfiles. Desarrollando ingeniosos scripts y algoritmos, Alexander logró automatizar parte del proceso de búsqueda y comunicación, destacando entre la multitud y llevando sus habilidades de comunicación a un nuevo nivel.
El experimento, aunque no exento de desafíos, resultó en 12 encuentros y, finalmente, en una conexión especial con Karina. La historia de amor no convencional culminó con una propuesta de matrimonio, que incluso la inteligencia artificial apoyó después de analizar la comunicación de Alexander con su futura esposa. La página de Zhadan en redes sociales se convirtió en un escaparate, revelando detalles fascinantes de su colaboración con ChatGPT, algoritmos, bases de datos y ejemplos de interacciones.
En términos de costos, el “proyecto amoroso” de Alexander incluyó 120 horas de desarrollo y un gasto de 1.432 dólares. Considerando las citas, gastó alrededor de 2.200 dólares. En retrospectiva, Zhadan estimó que, de haber seguido un enfoque convencional, podría haber invertido al menos 5 años y más de 140 mil dólares en su búsqueda de la dama de sus sueños. Su experiencia, marcada por la creatividad y la eficacia, destaca cómo la inteligencia artificial puede desempeñar un papel inesperado en la vida humana, desde la academia hasta el ámbito romántico. ¿El resultado final? Una tesis exitosa y una historia de amor poco convencional que demuestra que la innovación puede encontrarse en los lugares más inesperados.